SANTIAGO.- Las diferencias internas que afectan en esta ciudad al Partido Revolucionario Dominicano (PRD) se agudizaron ayer, como consecuencia de la resuelta actitud del alcalde Gilberto Serulle de pretender ser repostulado al cargo por esa organización, mientras que importantes dirigentes se oponen de manera resuelta a esa pretensión.
Producto de esa realidad, Geovanny Tejada, presidente del partido blanco aquí y aspirante a la candidatura a la Alcaldía, encabezó un encuentro con militantes y dirigentes nacionales de ese partido, justo en el instante en que Serulle lideraba un acto similar en otro punto de la ciudad.
A la actividad institucional encabezada por Tejada asistieron Aníbal García Duvergé y Julio Mariñez, altos dirigentes perredeístas a nivel nacional, así como los ediles locales Sandra Grullón, Aridio Rosa, Juan Carlos Liz, Zorayda Cabrera y Miguel Varona, lo que ha sido interpretado como un espaldarazo de ese partido a las intenciones del fiscal nacional de esa organización de encabezar su boleta municipal.
Al pronunciar las palabras centrales, el presidente del comité municipal del PRD aquí expresó que se trataba de un encuentro “de consolidación y fortalecimiento de la estructura partidaria de la región, en apoyo absoluto a los acuerdos partidario que lleve a cabo nuestro presidente y líder Miguel Vargas”.
Mientras que Serulle reunió a cientos de sus parciales, en los alrededores de un complejo habitacional que construyó reciente su administración, a quienes convocó a nombre del PRD y de la memoria de José Francisco Peña Gómez, siendo notoria la ausencia de los principales dirigentes perredeístas de esta ciudad.
En las últimas semanas el alcalde ha arreciado su intención de ser postulado de nuevo por el Partido Revolucionario Dominicano, pero Tejada entiende que no hay garantía de que esa organización pueda retener el cabildo, si Serulle es el candidato.
La actividad proselitista del administrador del municipio se produjo en el preciso momento en que las calles y avenidas han vuelto a surgir los vertederos improvisados, así como en los barrios marginados donde hace días no se recoge la basura.