La Sociedad ProArte Latinoamericana y la Embajada de Colombia presentan la exposición de pintura “El Espíritu del Tiempo” del maestro colombiano Julián Cruz. La entrega, que estará exhibida en el auditorio de la Embajada de Colombia en Santo Domingo desde el lunes 10 de agosto y hasta el viernes 21 agosto de 2015 busca promover el arte latinoamericano, uno de los objetivos fundamentales de ambas entidades.
En esta oportunidad el artista visita la ciudad de Santo Domingo para la exhibición de un cuerpo de obras que incluye cinco cuadros diseñados para acompañar la premier de la ópera italiana “Pagliacci” y doce piezas que hacen parte de una selección de diferentes períodos de su obra.
Para dejar inaugurada esta exhibición y como muestra de la intención de estrechar lazos entre países hermanos, la Sociedad ProArte Latinoamericana como fundación artística dominicana sin fines de lucro donó el cuadro "La cigua y el cóndor" a la Embajada de Colombia, en la figura de su máximo exponente, el señor Roberto García Márquez.
"El tiempo es la única entidad en el universo creado que implica la materia de la forma más honesta y pura posible. El toca las obras creadas por el hombre a lo largo de la historia conocida con su espíritu eterno, para dar testimonio de la existencia, de lo efímero y relativo de la naturaleza humana cuando percibe su presencia" manifestó Julián Cruz en esta inauguración.
La exhibición podría resumirse en un cátalo de experiencias artísticas provocadas por motivos tan particulares que muchas piezas son autónomas en sus propios componentes conceptuales, estéticos, plásticos y técnicos.
Sobre el artista
El maestro Julián Cruz se ha destacado en el ámbito de las artes visuales, especialmente en la pintura al óleo, pasando por diferentes períodos estéticos que comprenden las culturas Andino Amazónicas en su encuentro con las Artes Representativas del hemisferio occidental y su posterior desarrollo en la búsqueda de su propio lenguaje pictórico. Su formación como artista y diseñador visual le proporciona una lectura de las tipologías de la imagen que gravita entre la subjetividad propia de las bellas artes y la objetividad que demanda el mundo contemporáneo del diseño. Esta mediación está guiada por el conocimiento profundo de la historia del arte, la estética y la técnica, en el acto mismo de la creación de sus imágenes. En este sentido cada composición visual del pintor no es un acto caprichoso de un impulso creativo, sino una reflexión consciente y finamente elaborada para concreción de sus ideas plásticas.