John Kerry, secretario de Estado de Estados Unidos, arribó este viernes a La Habana para presidir la ceremonia de izado de la bandera estadounidense en la embajada.
El funcionario estadounidense llegó por el Aeropuereto de La Habana, una visita histórica 54 años después de que ambos países rompieran relaciones.
La agencia EFE informa que Kerry llegó a las 9.00 hora local (13.00 GMT) a bordo de un avión del Departamento de Estado de EEUU en el que se leía en uno de los costados "United States of America".
Mientras que la agencia Prensa Latina informa que el visitante sostendrá una reunión con el Jefe del Departamento Federal de Asuntos Exteriores de la Confederación Suiza, Didier Burkhalter, de visita en Cuba, y con el Arzobispo de La Habana, Cardenal Jaime Ortega Alamino.
La delegación que acompaña a Kerry la integran 19 personalidades, entre ellas la subsecretaria de Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson; el senador demócrata y presidente protémpore de la Cámara alta, Patrick Leahy; otros miembros del Congreso y funcionarios de diversas agencias federales.
Esta es la primera vez en 70 años que un jefe de la diplomacia norteamericana llegará a la isla, pues el último funcionario de ese rango en hacerlo fue Edward Stettinius, en marzo de 1945.
Ambas naciones restablecieron oficialmente sus relaciones diplomáticas el pasado 20 de julio y sus respectivas Secciones de Intereses se convirtieron en embajadas.
El 17 de diciembre de 2014 el presidente cubano, Raúl Castro, y el estadounidense, Barack Obama, anunciaron la decisión mutua de reanudar los vínculos entre ambos países y avanzar por un largo camino hacia la normalización de esos nexos.
Las autoridades cubanas reiteran que el principal obstáculo para llegar a ese objetivos es el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la nación caribeña hace más de medio siglo.
El Gobierno de la isla también reclama la devolución del territorio ilegalmente ocupado por la base naval norteamericana en Guantánamo, el cese de las transmisiones ilegales de radio y televisión, así como el desmontaje de las acciones subversivas en su contra.
La parte norteamericana demanda discutir, entre otros puntos, la indemnización por las nacionalizaciones de compañías de ese país tras el triunfo de la Revolución Cubana en enero de 1959, y en ese sentido el Gobierno isleño dice estar dispuesto a analizar este y cualquier otro asunto pendiente.
La mayor de las Antillas pide la reparación a los daños y perjuicios ocasionados por las sanciones unilaterales de Washington y por acciones agresivas de sucesivas administraciones que ocasionaron pérdidas millonarias y la muerte de miles de cubanos.