Panamá, 17 ago (PL) Unos 350 niños, niñas y adolescentes quedaron huérfanos en Panamá en los últimos cinco años, tras la muerte violenta de sus madres, según datos publicados hoy por el Observatorio Panameño contra la Violencia de Género.
Las estadísticas de este organismo adscrito a la Defensoría del Pueblo refieren que muchos de estos infantes carecen de la atención y seguimiento para superar las secuelas del trauma.
Al respecto, la presidenta de la Fundación para la Equidad de Género, Joyce Araujo, aseguró que el Estado, por el contrario, entrega a estos niños generalmente a familiares de las víctimas o son enviados a albergues.
La socióloga y miembro de la organización Espacio Encuentro de Mujeres, Juana Camargo, manifestó que aunque en el país existe una legislación para la protección de las víctimas (Ley 31 de 1998), no se asignan los fondos para hacerla cumplir.
Los sentimientos de pérdida pueden afectar la personalidad a tal punto, que lleva al individuo al aislamiento y a conductas que les impide su desenvolvimiento sano en la sociedad, incluso a establecer vínculos con pandillas, explicó.
Según el psicólogo de la Dirección de Protección de los Derechos de las Mujeres de la Defensoría, Tomás Vásquez, entre 2009 y 2013 se reportó el fallecimiento de manera violenta de 317 féminas en Panamá, de las cuales un 53 por ciento tenía hijos.
Apuntó que las cifras, en algunos casos, provienen de los reportes de los medios de comunicación, ya que antes de 2013 no existía una instancia de Gobierno que hiciera los registros y tampoco estaba tipificado el feminicidio como delito.
Precisó que el Ministerio Público, entidad responsable en la actualidad de emitir las estadísticas, desconoce la suma exacta de menores huérfanos entre 2014 y lo que va de 2015, debido a que "no en todos los casos se aporta esa información".
La exjueza de Niñez y Adolescencia y miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos Esmeralda de Troitiño resaltó la necesidad de hacer una investigación profunda sobre el registro nacional que se lleva de estos menores.
Y recomendó,además, dejar claro cuáles son las instituciones que deben asegurar una expectativa de vida adecuada y que sus derechos como niños no sean vulnerados.
La directora general de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, Idalia Martínez, reconoció que la institución cuenta con un programa de protección contra el abuso y la violencia, el cual ofrece asistencia psicológica y social a los afectados.