SANTIAGO.-El regidor perredeísta Juan Carlos Liz fue escogido la mañana de este sábado como nuevo presidente de la Sala Capitular aquí, en medio de fuertes medidas de seguridad, pugnas y denuncias de que fue seleccionado de forma irregular.
La sesión extraordinaria inició pasadas las 10:00 de la mañana, cuando el regidor de mayor edad, Cándido Alvarez, asumió la presidencia, luego que la semana pasada la profesora Daisy Díaz entregó la dirección del organismo en medio de la crisis que se generó el pasado 16 de agosto, para elegir al nuevo bufete directivo.
Sin embargo, Alvarez informó que se encontraba inhabilitado para asumir la presidencia de la sala capitular y, en medio de una discusión con sus colegas, cerró la sesión y convocó para el próximo seis de septiembre.
Acto seguido fue sacado del lugar por la puerta trasera, por agentes de la Policía Municipal, junto al regidor Juan Angomás, quien aspira a presidir al Concejo.
Luego, el edil Fausto Corniel, del Partido de los Trabajadores Dominicanos (PTD) asumió temporalmente la sesión, llamó a votar y resultaron electos Juan Carlos Liz, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), como vicepresidente; Mélido Guzmán, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) vicepresidente y Daniel Montero, como secretario municipal. En esta sesión extraordinaria en la sala se encontraban 26 de 41 regidores.
De su lado, el regidor del Partido Liberal Reformista(PLR) Juan Angomás, dijo que el secretario del organismo, Juan Henríquez, notificó su oposición a la celebración de la sesión porque la convocatoria la realizó Cándido Alvarez, a quién no le correspondía hacerla de acuerdo a lo que establecen las leyes municipales.
"Ya la sesión donde fuimos convocados fue pospuesta y cerrada, cualquier convocatoria o celebración de otra sesión es nula, nosotros pacientemente vamos a esperar el día seis de noviembre para realizar la sesión y lo unico que pedimos que no me agredan y que si tenemos la mayoría, que la mayoría se imponga", apuntó Angomás
Desde tempranas horas, un contingente de la Policía se encontraba apostado en el parqueo del Ayuntamiento, mientras que agentes de la Policía Municipal requisaban a todo el que entraba a la Sala Capitular, con detectores de metales.