Guatemala, 3 sep (PL) El presidente Otto Pérez Molina compareció hoy ante la justicia acompañado de un fuerte dispositivo de seguridad, en medio de los abucheos de decenas de personas apostadas fuera de la llamada Torre de Tribunales en Guatemala.
El general retirado, quien presentó en horas de la madrugada su renuncia tras ser relacionado con una red de corrupción, llegó a ese inmueble capitalino en un vehículo blindado, con placa oficial, y la policía formó una valla humana para contener a los manifestantes en su contra.
"ÂíOtto ladrón te vas a ir a Pavón -cárcel de máxima seguridad-", era una de las consignas coreadas por miembros de organizaciones sociales y activistas situados en las inmediaciones de esa sede judicial a la par del repique de tambores.
En tanto, Pérez Molina ascendió hasta el nivel 14 del edificio, donde está el juzgado encargado de darle curso legal al proceso iniciado en su contra por su presunto liderazgo en la red de corrupción aduanera La Línea.
Según su abogado César Calderón, el gobernante acudió de forma voluntaria a esa instancia después de presentar un memorial al Juzgado B de Mayor Riesgo, con el que se puso a disposición del también lego Miguel Ángel Gálvez.
Recordó que existe la presunción de inocencia y es prematuro hablar de condena.
En esta primera audiencia, precisó, el juez deberá escuchar primero a la Fiscalía y a la defensa, luego de lo cual decidirá si procede ligarlo al proceso que antes implicó la renuncia de su vicepresidenta Roxana Baldetti y de otros funcionarios del Gobierno.
Este martes, en sesión plenaria, 132 diputados votaron por unanimidad a favor de retirar la inmunidad al mandatario tras ser acusado de fraude por la Fiscalía y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala.
Un día después Pérez Molina firmó una carta de renuncia que fue enviada al Congreso, cuyos miembros deben definir si aceptan o la rechazan.
De ser aceptada la dimisión la jefatura del Estado pasará al vicepresidente Alejandro Maldonado, en ese cargo desde mayo tras la retirada de Baldetti.
Pérez Molina fue investido el 14 de enero de 2012 para un período de cuatro años con la promesa de combatir con mano dura la violencia en un país donde cada año son asesinadas cerca de seis mil personas y su eventual salida ocurre a sólo tres días de las elecciones generales programados para el 6 de spetiembre.