La crisis de Guatemala no es un hecho fortuito ni tan solo de la voluntad popular, detrás de esta que ha concluido con la renuncia del presidente Otto Pérez Molina, ha estado muy metida las Naciones Unidas y los Estados Unidos.
Las revelaciones están contenidas en un reportaje que publica BBC Mundo que desentraña los ejes desencadenantes de la crisis. Y analistas guatemaltecos aseguran que en este proceso, Estados Unidos ha jugado un papel fundamental.
Pérez Molina debió renunciar del cargo el jueves en la madruga luego de una orden de captura por parte de la Justicia de Guatemala. Una gran movilización social se produjo previamente reclamando la dimisión del gobernante y su posterior sometimiento a la justicia.
La investigación establece BBC Mundo fue impulsada por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), que es un órgano independiente creado con el apoyo de la ONU, que actúa en conjuntamente con la Fiscalía y que siempre tuvo un fuerte respaldo en Washington.
En enero de este año, como paradoja, indica la publicación, Pérez Molina había dado por concluidas las labores de la Cicig, cuyo mandato expiraba el próximo 15 de septiembre.
"La fase de trabajo de la Cicig ya terminó y lo que no pudo hacer en ocho años seguramente no lo va a poder hacer en uno o dos años más", dijo el mandatario entonces.
También se señala al vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, de quien se dice ha sido la figura detrás de las presiones de Washington para combatir el escándalo aduanero guatemalteco.
Biden, en una reunión con países de Centroamérica, en la que estaba reclamó Pérez Molina, pidió que la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala fuera prorrogada, como condición para apoyar iniciativas comunes de esa región.
Las presiones a favor de la Cicig también se manifestaron en el congreso estadounidense, indica el reportaje que enumera los casos, inculidas comuicaciones de congresistas al hasta hoy gobernante de Guatemala.
El financiamiento de la Cicig procedía de Estados Unidos, con el apoyo del Congreso de ese país y de la Casa Blanca. Estados Unidos ha aportado US$7,16 millones del presupuesto de US$14 millones de que dispone el Cicig para 2015.
El resto de fondos proviene de diversos países como Noruega, Canadá y Suecia, así como de instituciones como la Comisión Europea.
LA RENUNCIA
La renuncia marca el colofón de una aguda crisis política en ese país centroamericano a solo tres días de las elecciones generales, ha dicho Prensa Latina.
El mandatario anunció su dimisión esta madrugada después de anunciarse la orden de captura emitida en su contra por un juez bajo la acusación de dirigir una red criminal de cobro de sobornos a cambio de facilitar la evasión de impuestos en importaciones aduaneras.
Poco antes, el Congreso Nacional le retiró la inmunidad el gobernante y se emitió una orden de arraigo en su contra.
Con esa decisión en el Parlamento unicameral se dio luz verde para investigar al señalado de encabezar La Línea, grupo dedicado al desvío de millones de dólares.
El Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala sindican al jefe de Estado de codirigir La Línea junto a la exvicemandataria Roxana Baldetti, ligada a proceso y enviada a prisión preventiva por ese caso desde la semana pasada.
La primera guatemalteca en llegar al segundo puesto en importancia en el Ejecutivo dimitió el pasado 8 de mayo presionada por varias protestas multitudinarias en su contra. Según las pruebas, La Línea se dedicaba a desviar millones de dólares de las aduanas, y presuntamente el binomio presidencial del Partido Patriota se quedaba con el 50 por ciento del monto defraudado.
Cientos de miles de ciudadanos demandaron la renuncia del mandatario durante los últimos cuatro meses y medio, pero el gobernante descarta esa posibilidad, aún cuando perdió la inmunidad ante el órgano Legislativo.