Doha, 7 sep (PL) Qatar envió mil soldados a Yemen para unirse a las fuerzas terrestres de la coalición que lidera Arabia Saudita, decisión adoptada después de la muerte de 61 efectivos emiratíes, sauditas y bahreiníes, informaron hoy fuentes militares.
Un portavoz de las Fuerzas Armadas de este país, citado por la cadena televisiva Al-Jazeera, refirió que el despliegue de hombres en suelo yemenita será el primero de su tipo que realiza Doha y agregó que el contingente llevará consigo 200 carros blindados y 30 helicópteros de combate.
Las fuerzas qataríes sólo intervinieron con la aviación para apoyar bombardeos en Sanaa y otras regiones, pero ahora los soldados se encaminan hacia la capital en lo que el reino wahabita considera una ofensiva definitiva contra los alzados yemenitas.
Una fuente digna de crédito precisó que los militares de Qatar todavía no ingresaron a Yemen y están concentrados en la frontera sur saudita para protegerla de eventuales ataques, a la vez que aseguró que la cifra de hombres es inferior a mil.
Otra información refirió que los soldados combatirían en Marib, la misma provincia donde el viernes perecieron 65 uniformados, incluidos 46 emiratíes, 10 sauditas y cinco bahreiníes al impactar un misil lanzado por los rebeldes de Ansar Allah contra un depósito de municiones en el poblado de Safir.
Aquella acción armada fue repudiada con contundencia por los seis estados miembros del Consejo de Cooperación del Golfo -incluido Omán, que no participa en la alianza militar- y reveló la existencia de tropas sobre el terreno, pese a que en Riad sólo se habló hasta entonces de incursiones aéreas.
La aviación militar de Emiratos Árabes Unidos lanzó el pasado fin de semana una serie de bombardeos en distintas zonas de Yemen como represalia por las numerosas bajas, inicialmente 45, pero actualizada con una más este lunes tras fallecer uno de los heridos graves.
Brigadas de milicianos chiitas de Ansar Allah y un sector del Ejército yemenita leal al expresidente Alí Abdulah Saleh han impuesto férrea resistencia a la campaña de ataques de la coalición pro-saudita como parte de la operación Restauración de la Esperanza.
Esa operación estuvo antecedida desde el 26 de marzo por la Tormenta Decisiva, concebida con el supuesto fin de eliminar la sublevación de Ansar Allah que tomó control de Sanaa en septiembre de 2014, y restituir en el poder al presidente Abdo Rabbo Mansour Hadi, actualmente exiliado en Riad.
Los rebeldes yemenitas calificaron el ataque en Marib de venganza por los crímenes cometidos por la coalición saudita, que ha costado la vida a unas cuatro mil 500 personas, de las cuales unas dos mil 110 civiles, según estimaciones de la ONU.
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