SANTIAGO.- Mantener las calles y avenidas de esta ciudad libre de basura se ha tornado en una tarea tan difícil de realizar al Ayuntamiento, que alcaldes pedáneos de varios lugares han resuelto integrar brigadas de voluntarios en sus demarcaciones, con el objetivo de intentar mantener aseados sus entornos.
La inusual acción comunitaria comenzó a ponerse en práctica en el sector Cienfuegos y otros barrios periféricos, donde desde hace tiempo el cabildo trata de lograr mantener un sistema de limpieza efectivo, lo que no ha logrado.
Rafael Mercado, alcalde pedáneo de allí, resolvió integrar una brigada, compuesta por residentes en el lugar, para ayudar lo más posible a retirar la basura.
Utilizando una camioneta de su propiedad y comprando los utensilios que se utilizan en esas labores, Mercado dirige las acciones “porque los desperdicios nos están arropando y tenemos que ayudar al cabildo a resolver la situación”.
Con el objetivo de lograr una efectiva limpieza, el alcalde Gilberto Serulle decidió dividir en tres zonas la geografía santiaguera, que deben ser limpiadas por camiones y brigadas de esa institución y de las empresas privadas Urbaluz y Conwaste.
Sin embargo, a estas compañías el cabildo les adeuda alrededor de 75 millones de pesos, de acuerdo a datos aportados por el concejal Domingo Ureña, del Partido de Acción Liberal (PAL) lo que, a su juicio, incide poderosamente en el deficiente sistema de recogida de basura.
Los barrios de la parte oeste de la ciudad, donde sobresale Cienfuegos, forman parte de los 75 sectores donde la Alcaldía debe recoger los desperdicios, labor que se torna difícil en todo el perímetro bajo su responsabilidad, en vista de que, según Ureña, la administración apenas cuenta con cinco camiones recolectores, varios de ellos con limitaciones mecánicas.
De la dificultad de mantener la ciudad libre de desechos sólidos, la administración municipal culpa a una de las dos empresas contratadas para ofrecer ese servicio, la que supuestamente no cumple con sus responsabilidades.