El Ministerio Público informó que obtuvo un año de prisión preventiva contra sargento EN implicado en venta de dos fusiles M-16
Lo que se vendió como un hecho bochornoso, que ocho haitianos asaltaran un destacamento militar en la frontera y cargaran con las armas de los soldados resultó ser una falsa. Lo que en realidad ocurrió fue que a los extranjeros les fueron venididos los dos fusiles M-16 por 100 mil pesos a una banda del vecino país que es dirigida por un dirigente político.
La medida cautelar fue impuesta al sargento mayor Roberto Gregorio José, quien fue apresado el pasado domingo en el puesto fronterizo denominado “El Dique”, en la frontera con Haití, luego de que alegadamente recibiera la indicada suma de dinero por parte de una banda que se presume que es dirigida por un partido político haitiano.
La detención se produjo mediante la orden judicial 001-21-2015, emitida el 11 de septiembre del año en curso, por el juez suplente del Juzgado de la Instrucción de Pedernales, Miguel Valdez.
De acuerdo al expediente, el imputado Roberto Gregorio supuestamente cometió el hecho simulando que fue despojado de las armas durante un atraco. Sin embargo, posteriormente, en el transcurso de las investigaciones hechas por el Ministerio Público se estableció que fueron vendidas a la referida organización.
Eudice Elena Fernández Pérez, procuradora fiscal titular de Pedernales, quien representó al Ministerio Público en la audiencia junto al fiscal Eleuterio Cuevas Herasme, dijo que las armas aún no han sido recuperadas y que amplían la investigación del caso.
Precisó que al militar le fueron atribuidos los delitos de asociación de malhechores, robo y violación a la seguridad interior y exterior del Estado, tipificados y sancionados por los artículos 265, 266, 379, 75, 76 y 77 del Código Penal Dominicano.
El juez titular de la Instrucción, Alejandro Encarnación, quien declaró el caso complejo y ordenó la prisión contra el imputado, dispuso que la medida cautelar sea cumplida en la cárcel pública de Pedernales.
El hecho ocurrió en medio de la euforia anti haitiana de sectores nacionalistas dominicanos, alborotado por las medidas del gobierno para regularizar la presencia de inmigrante en República Dominicana.
El supuesto asalto causó revuelo y en medios locales hasta se llegó a insinuar que era hora de actuar. Los mandos catrenses, sin embargo, mantuvieron la cautela y procedieron a investigar aquel hecho que hoy se sabe no fue lo que se dijo en principio, si no un mal ejemplo de un soldados que pagará la culpa por heberlo cometido.