SANTIAGO- El Ministerio de Salud Pública negó que se transmita de persona a persona o de animal a humano, la enfermedad denominada histoplasmosis, que contagió a 28 obreros, de los cuales tres han fallecido, luego que realizaran desde el pasado mes de julio, labores de limpieza en tres túneles usados como respiraderos del embalse Bao, en el municipio Sabana Iglesia.
Mientras que residentes en esa comunidad serrana realizaron la tarde de ayer una protesta pacifica, para que la ministra de Salud Pública, Altagracia Guzmán Marcelino, disponga el saneamiento de esos túneles, para evitar que se produzcan nuevas contaminaciones.
También, expresaron preocupación porque una adolescente de 14 años, hija del obrero Higinio Alejandro Valerio, uno de los afectados fue ingresada en una clínica privada de aquí con los mismos síntomas.
El director general de Salud Colectiva, doctor José Manuel Puello, comunicó que ante la preocupación en Sabana Iglesia, por los desechos que los obreros extrajeron de los túneles, se procedió ayer a su desinfección con formol, al mismo tiempo que negó, que la histoplasmosis se contagie por el contacto con ropas o utensilios que utilizaron los obreros.
La histoplasmosis es una infección causada por la inhalación de las esporas del hongo histoplasma capsulatum, que se encuentra en los excrementos de murciélagos y algunas aves.
En el transcurso de una rueda de prensa, Puello dijo que el Ministerio de Salud asume como legítima la preocupación de la ciudadanía, y en particular de los familiares de los trabajadores afectados.
Puello explicó que de los 28 trabajadores expuestos al hongo que se encuentra en los excrementos de aves y murciélagos, alrededor de 17 fueron ingresados a clínicas privadas de esta ciudad, con diagnósticos de neumonía bilateral, por radiografía y con sospechas de histoplasmosis.
Ayer fueron sepultados en la comunidad La Arcilla, de Sabana Iglesia, los restos de Tomás Fernández Ramos, la más reciente víctima. Por las mismas causas también fallecieron el pasado sábado José Ignacio Gómez Díaz (Yorkis) y el lunes el obrero Brígido Acosta
Durante el encuentro, el doctor José Manuel Puello precisó que los trabajos en el embalse de Bao iniciaron el pasado 18 de julio y que los primeros síntomas o malestares iniciaron el 30 de agosto.
“Esta enfermedad no se ha producido de manera fortuita sino por un largo período de exposición por los afectados. Asimismo se han tomado muestras de orina, sangre y tejidos de los afectados para enviarlas a laboratorios de referencia. Centro de Control de Enfermedades (CDC), de los Estados Unidos”, apuntó el funcionario.
Junto al doctor Puello estuvieron en el encuentro con la prensa el director de Salud Ambiental, doctor Luis Roa y las directoras provinciales de Salud Pública, Eunice de los Santos y Vanessa Quiñónez.