r Stella Calloni (*)
Buenos Aires (PL) El gobierno y el pueblo cubanos han trabajado arduamente preparando un gran recibimiento, con la calidez que se les reconoce, para el papa Francisco I, el primer pontífice de América Latina en llegar al Vaticano y también el que ha producido los cambios más importantes en la historia de la Santa Sede.
El gobierno cubano reconoce su apoyo a La Habana y Washington, que decidieron normalizar sus relaciones diplomáticas después de medio siglo de ruptura.
Antes de que Francisco I iniciara su viaje hacia La Habana, que culminará en Estados Unidos, se dio otro paso de suma importancia. El cardenal Pietro Parolín, secretario de Estado del Vaticano, recordó que la posición de la Santa Sede es contraria al bloqueo y pidió la "liberalización de vínculos (entre ambos países), en especial en materia económica, que pueda conducir hacia una mayor apertura en términos de libertad y de derechos humanos".
Parolín es uno de los cardenales que acompañarán al Papa en su gira y expresó que "el bloqueo es un tipo de sanción, (que) genera disconformidad y sufrimiento" en la población que está sujeta a la medida, ante lo cual la Iglesia católica espera un cambio definitivo en la materia.
Consideró que la Santa Sede "exhorta desde hace mucho tiempo a levantar las sanciones por considerar que perjudican principalmente a la gente común". También expresó la esperanza de que el "deshielo" de estos momentos entre ambos países se traduzca rápidamente en el fin del embargo.
El diario Tiempo Argentino en Buenos Aires mencionó que el Secretario de Estado vaticano dijo que el Papa llegará a EE.UU. "como inmigrante, temporariamente desde Cuba" y que la inmigración "será uno de los temas más importantes de la visita". Todo esto en momentos en que organizaciones latinas y grupo de migrantes, públicamente insultados por uno de los más polémicos candidatos republicanos como Donald Trump, esperan como el agua las palabras del Pontífice.
El prelado admitió que en EE.UU. se critica ácidamente el mensaje económico y ambiental de Francisco, pese a lo cual este invitará a todos los estadounidenses a reflexionar y reconocer que "algo debe cambiar en la relación del hombre con la creación", señala el mismo periódico.
"Creo que es justo comprender que las cosas no van en la dirección correcta y que se debe hallar un camino hacia las soluciones. Creo que el Papa invitará a ello: uno puede ofrecer un aporte, pero el cambio es necesario", insistió Parolín, quien recordó que Francisco ha denunciado la "globalización de la indiferencia", que EE.UU.
fundado por inmigrantes "tiene una larga historia de apertura, acogida e integración de las sucesivas oleadas de inmigrantes (por lo que) creo que esto podría constituir una base social y cultural para enfrentar los retos diarios de la inmigración y resolver casos dolorosos que están abiertos".
Este tema y el bloqueo contra Cuba no son los únicos temas que el Papa abordará y que, seguramente, irritarán básicamente a los republicanos como molesta que apoye el acuerdo nuclear con Irán, que los duros conservadores prometen anular si llegan a la Casa Blanca.
Francisco estará en Cuba hasta el 22 de septiembre y luego continuará a Estados Unidos, donde tiene también una agenda intensa hasta el 28 de este mes, que incluso lo llevará hasta Naciones Unidas.
Una gran sorpresa resultó en diciembre de 2014 el anuncio de Washington y La Habana de la reanudación de relaciones diplomáticas, y el reconocimiento de los presidentes de Cuba, Raúl Castro, y de Estados Unidos, Barack Obama, a la participación silenciosa realizada por el primer Papa latinoamericano en la historia vaticana.
Este año los dos países abrieron las embajadas en Washington y La Habana en un acto formal confirmando que el anuncio de diciembre no había sido sólo un gesto.
Por supuesto que existe un camino largo para normalizar plenamente las relaciones, en un marco de respeto al tipo de gobierno que cada país quiera darse, lo que para Cuba es innegociable.
Existen una serie de lógicas dudas ya que a lo largo de ese siglo, Cuba fue constantemente asediada por los distintos gobiernos estadounidenses, invadida en 1961, invasión que fue derrotada, atacada por bandas terroristas, bombardeada, sometida a guerras biológicas, aislada del mundo por un bloqueo inhumano.
Pero también con una parte de su territorio en Guantánamo ocupado por una base militar de Estados Unidos, convertida en este siglo en un laboratorio de torturas, un campo de concentración para víctimas secuestradas en los países donde lleva adelante su falsa "guerra antiterrorista" y trasladadas a ese lugar de horror.
Doblemente grave esta ocupación colonial para el pueblo cubano, que sabe los horrores que se cometen en su territorio ocupado. En días recientes los países de América Latina y el Caribe, unidos en varios esquemas de integración, solicitaron la devolución de Guantánamo a Cuba.
También la región, y en forma mayoritaria los países del mundo, han condenado el bloqueo, como se sabe con los votos contrarios de Estados Unidos e Israel.
El papa Francisco acaba de pedir el cese de la guerra en los países de Medio Oriente, África del Norte, Asia (en Siria), como una forma efectiva de que los refugiados de estos países invadidos y ocupados por Estados Unidos y sus asociados europeos, puedan volver a sus tierras.
La OTAN se ha convertido en una poderosa maquinaria de guerra, una coalición militar de potencias en un retorno de guerras coloniales, que han producido los primeros genocidios del siglo XXI.
Francisco ha tomado posiciones de condena no sólo contra las guerras, sino también contra el colonialismo, la ambición, la desigualdad, las injusticias de un capitalismo salvaje y una depredación ambiental que amenaza la sobrevivencia de la humanidad y que dejan tantas víctimas como las guerras, entre otros.
Un discurso que coincide con la propuesta de América Latina en estos tiempos emancipatorios y con lo que es un tema de principios profundos para la Revolución cubana.
América Latina rompió el aislamiento de Cuba, el país más solidario y digno, el más igualitario.
La única sombra en esta visita y en la gira del Papa es la abierta conspiración de los grupos que anidan en Miami, responsables del terrorismo que dejó miles de víctimas en Cuba.
Estos grupos no sólo están contra la apertura de las relaciones cubano-norteamericanas, sino también disienten junto a los sectores más fundamentalistas de la política de EE.UU., con todo lo actuado por el papa Francisco desde que llegó al Vaticano y abrió las ventanas hacia una Iglesia comprometida con el hombre, la justicia, la paz.
Para los señores de la guerra, los que viven y crecen creando armas de destrucción masiva cada vez armas más poderosas para controlar el mundo entero, un Papa que recoge las voces de los dominados, de los colonizados, de los que luchan por un mundo sin terror, resulta no una "bendición" cristiana, sino un obstáculo para sus sueños de poder infinito y de establecer el imperio más grande y extenso en la historia de la humanidad.
En estos momentos los grupos de la contrarrevolución cubana, tanto externa como interna, han lanzado una serie de campañas fracasadas para evitar la visita del Papa. Han invadido el Vaticano con cartas para lograrlo en los recientes meses.
Es lamentable el espectáculo de los representantes de un poder mafioso que maneja presidentes y Congresos, como el lobby cubano de Miami, que no pudieron detener la decisión de Obama de reanudar relaciones con Cuba y en estos momentos fustigan las medidas tomadas por éste para disminuir aunque sea mínimamente las normas más duras del bloqueo.
Aunque, lamentablemente, el bloqueo medioeval sigue asfixiando a Cuba y afectando a los países que quieren ampliar sus relaciones comerciales con la isla.
Basta ver las multas impuestas a empresas de cualquier país que haya actuado "violando las imposiciones del bloqueo", que afectan a diversos países en el mundo. El bloqueo a Cuba, es un bloqueo para todos los países y empresas del mundo.
VIEJOS TERRORISTAS CRITICAN AL PAPA
En estos momentos aparecen desde las sombras más oscuras figuras como el terrorista Luis Posada Carriles, responsable de crímenes no sólo en Cuba, sino en América Latina y otros lugares del mundo, como mercenario de la CIA, oponiéndose a todo tipo de diálogo entre Cuba y EE.UU.
Y, por supuesto, el cuestionamiento alcanza al papa Francisco por su viaje a Cuba y por las posiciones que asume ante los hechos más terribles que suceden en el mundo.
Lo que entristece y enluta a la humanidad es lo que contradictoriamente alienta a figuras como Posadas Carriles, o como el también terrorista Saúl Ramón Sánchez Rizo, quien impulsó una (supuesta) huelga de hambre en Miami, contra la visita del Papa a Cuba.
Los congresistas de origen cubano Marco Rubio, Ileana Ros- Lehtinen , Mario Díaz Balart y el exrepresentante de la Cámara Lincoln Díaz Balart son parte del elenco de un grupo que realiza una serie de acciones ante la imposibilidad de impedir la visita del Sumo Pontífice a Cuba.
La campaña contra la visita del Papa ha sido intensa y sistemática, con la participación de personajes como Carlos Ponce, director para América Latina de Freedom House, así como Roberto González, abogado y asesor internacional de Human Rights Fundation, que conocemos en América Latina en su falsa lucha por los derechos humanos.
Pero un pueblo de paz, ejemplo de solidaridad y de dignidad en el mundo, derrotará una vez más las acciones de aquellos que se han caído del libro de la historia.
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(*) Periodista argentina, colaboradora de Prensa Latina.