SANTIAGO.- El avión monomotor, que la tarde del sábado logró aterrizar de emergencia en la autopista Duarte, en el tramo Jeremías-La Vega, logró despegar la mañana de ayer, tras varias horas estacionada en el lugar debido a que supuestamente se le agotó el combustible.
Luego de ser sometida a chequeos, la nave fue autorizada a despegar, lo que se produjo a las 6:45, acción que ejecutaron los capitanes pilotos Marino Cruz Jáquez y Eugenio De Marchena (Pulún).
De ese lugar fue llevada al Aeropuerto Internacional del Cibao, donde se ratificó que estaba apta para proseguir vuelo hacia el aeropuerto Joaquín Balaguer, de El Higüero, en Santo Domingo, que originalmente era el destino, tras salir de la terminal aérea de Exuma, en Bahamas, donde hizo escala procedente de Miami.
Se trata de un monomotor Piper 32RT-300T matrícula N-36401 que, al momento de la emergencia del sábado en la tarde, era conducida por el piloto aviador Annoris Joel Cruz Santos y su acompañante Jonathan Hernández.
La mañana de este lunes, Pulún Marchena, quien inspector del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC) dijo que el monomotor no tuvo ningún tipo de problemas físicos o mecánicos, pero se abstuvo de comentar si el aterrizaje de emergencia fue producto de la falta de combustible.
Pero, el expresidente de la Asociación Nacional de Pilotos, Pedro Domínguez, puso en duda que el evento se produjera porque se agotó el combustible, si en realidad reabastecieron la nave en aquella isla, como aseguraron los pilotos que salieron ilesos del aterrizaje.
Basado en cálculos realizado por técnicos en la materia, Domínguez aseguró que a 10 mil pies de altura esa aeronave consume 20 galones de combustible por hora.
“Si tomamos que la travesía fue hecha a 9,500 pies y la transición desde Miami al Aeropuerto Internacional de Exuma (Bahamas) tuvo una duración de 2 horas con 12 minutos cubriendo 526 kilómetros, eso equivale a 284 millas náuticas y los tanques de combustible tienen capacidad para 94 galones”, sostuvo.
Consideró Domínguez que en esa travesía desde Miami a Exuma habrían consumido aproximadamente 44 galones de combustible, restándole 50 galones en los tanques, si se considera que salieron desde Miami con los tanques llenos.
“En línea recta desde Exuma al Aeropuerto Internacional del Higüero hay 445 millas náuticas, recorriéndola a 140 nudos de velocidad respecto a la tierra, lo cual implica que ese trayecto se puede realizar en 3 horas y 11 minutos”, indicó.
Empero, precisó Domínguez que en ese avión a esa altitud y velocidad a la que se desplazaban se necesitarían 62 galones de combustible aproximadamente para llegar al aeropuerto del Higüero, sin incluir la reserva obligatoria de 30 minutos para vuelo visuales.
“Pero estimamos que si no reabastecieron combustible en Exuma habrían despegado con apenas 50 galones en los tanques, los cuales solamente eran suficientes para dos horas y media de vuelo y con esa cantidad de combustible, volando en línea recta desde Exuma hacia el aeropuerto del Higüero, el motor debería fallar pasando vertical sobre Mao”, opinó.
Domínguez resaltó que momento de revisar la aeronave no se detectó escape de combustible por ningún lado, lo que descarta una falla en el sistema de combustible del avión.
Se está a la espera de los resultados que pueda brindar la Comisión Investigadora de Accidentes de Aeronaves (CIAA), que dirige el coronel piloto Enmanuel Souffront.
En la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés), la aeronave pertenece a la empresa Hawke Holdings LLC en el estado de la Florida, la que en el año 1978 fue denominada bajo el nombre de Turbo Lance II.