El dominicano Adrián Beltré es de esa estirpe de peolotero que nada lo distrae. Su misión es el juego, no la fama accesoria a la que apuestan otros beisbolistas y atletas. como jugador es un hombre de resultado y se expresa a diario con el bate y su hermética defensa en la atensala.
Sin escándalo y histrionismo simulado, ha campeado temporada tras temporada en las Grandes Ligas dejando su impronta. La admiración hacia el tipo de jugador que es no llega a la idoladría, pero si al más profundo respecto, especialmente de los lanzadores que sabe que es un hombre de batalla, que no se amilana a los desafíos del juego.
En esta temporada no ha sido diferente. Con razón ha sido considerado el caballo de batalla que ha arrastrado a los Vigilantes de Texas hasta el primer lugar en la División Oeste de la Liga Americana.
Betré ha respondido con su bateo oportuno, como lo hacen los grandes del béisbol. En los últimos dos meses el antesalista ha guiado a Texas a un récord de 35-20, desplazando a los Astros de Houston del primer lugar en el Oeste. (Actualmente se encuentran a dos juegos de los Angelinos).
En agosto el dominicano bateó para 308 con 5 cuadrangulares y 18 remolcadas, contribuyendo a las 18 victorias logradas por los dirigidos por Jeff Banister. En lo que va de septiembre, sus números han sido todavía más imponentes con promedio de 321, con 27 empujadas y 11 extrabases (tres jonrones y nueve dobles) y los texanos han salido por la puerta grande en 17 de los 27 partidos que han disputado.
La explosión en la ofensiva del cuarto bate en la alineación de los Vigilantes en la segunda mitad de la temporada ha marcado el rumbo de Texas, aumentando significativamente su promedio de bateo (255 -307), empujadas (22-50), porcentaje de embasarse (290-365) y OPS (683-843) en este trayecto.
Sus 50 remolcadas son la mayor cantidad para un jugador de Texas en la segunda mitad y sus 27 en el mes de septiembre lo colocan en el primer lugar en este encasillado en la Liga Americana, segundo en todas las Grandes Ligas.
El potente bateador se encuentra empatado en anotadas dentro del equipo con Delino DeShields, ambos con 42, y los nueve dobles que acumula luego del Juego de Estrellas lo colocan quinto en el menor de los circuitos.
Su WAR de 5.0 es el mejor entre los jugadores en la nómina de los líderes del Oeste. Lo oportuno de sus tablazos se puede determinar por el hecho de que ocho de sus 16 cuadrangulares han llegado con corredores en base y cinco de ellos con compañeros en posición anotadora.
Su aporte se magnifica con la disminución en la producción de jugadores tras el partido de las estrellas, como Prince Fielder (339-14-54 en la primera mitad y 267-9-41) y la falta de producción esperada por Josh Hamilton, Elvis Andrus y Mike Napoli.
Todo lo anterior, unido al liderazgo que ejerce Adrián Beltré dentro del diamante en el béisbol de las Grandes Ligas, lo enaltecen y lo hacen la figura central en el sueño de postemporada que se hace realidad para los Vigilantes de Texas.