Recuerdo que escuchando hablar sobre sexo anal a mis compañeros de 7mo, fue que me enteré de que las mujeres poseían dos orificios excretores, el ano y “la vagina”. Para esa época creía que las mujeres se deshacían de todas sus excreciones a través del orificio vaginal, gracias a la presunción de que “la vagina es lo suficientemente amplia para poder defecar y orinar”. Quien conoce la anatomía del sistema excretor femenino, sabrá que mi ignorancia aún me acompañaba, ya que las mujeres no orinan por la vagina, sino por el meato urinario (orificio donde desembocan la uretra, situado debajo del clítoris, entres los labios menores y por encima de la vagina) y no fue hasta mi 1er semestre universitario que descubrí esto.
Por Richard Matos
Casos como este abundan, inofensivos y al mismo tiempo preocupantes, y aunque las consecuencias de mi ignorancia se limitaron a las efímeras burlas de mis compañeros, otros casos tienen consecuencias más dramáticas; y es que debido a la ausencia de una educación sexual que abarque la sexualidad humana en su complejidad, los niños y adolescentes se encuentran vulnerables ante la ignorancia, y la desinformación proveniente de los medios de comunicación y entretenimiento, los cuales a través de video juegos, música, películas, etc., venden un concepto del sexo para nada congruente con una sexualidad sana.
La falta de educación sexual -tanto en las escuelas como en el hogar-, es un factor de riesgo para embarazos en la adolescencia, transmisión de enfermedades venéreas, u obtención de ideas erróneas acerca del sexo. A pesar de que durante años en la República Dominicana se ha hablado de introducir la educación sexual en los planteles educativos, hay sectores que por diversas razones se siguen oponiendo a la implementación del mismo; pero en el momento que la falta de educación sexual se convirtió en un problema de salud pública –como es el caso del embarazo en la adolescencia-, quedó establecido que la misma es necesaria.
Al tratar de incluir la educación sexual en los centros educativos no se busca promover la práctica de relaciones sexuales a temprana edad, lo que se busca es estructurar un pensum que se adecue a las aptitudes del estudiante dependiendo del grado en que se encuentre. Logrando así que desde básica hasta media, se traten los temas pertinentes correspondientes a la sexualidad; enfocándose no solo en lo negativo, ya que la importancia de la educación sexual no se limita a prevenir embarazos no planeados, o la propagación de enfermedades de transmisión sexual, sino que también posee aspectos positivos para el desarrollo del niño y el adolescente, como son la exploración sana del cuerpo, el desarrollo de conductas sexuales sanas, respeto al cuerpo y la sexualidad de terceros, etc.
Pero aún si la educación sexual toma lugar en los planteles educativos, la misma no busca sustituir la educación sexual en el hogar, sino complementarla. Actualmente la presencia de la educación sexual en el hogar es casi nula, limitándose a las madres explicándole a las hijas lo concerniente a la menstruación, y amenazas a las adolescentes: “cuidado con queda’ preña de un loco”, o en el caso de los adolescentes: “yo no voy a mantene’ barriga ajena, así que cuida’o con anda’ inventando”, sin siquiera entrar en detalles de cómo evitar que esto pase.
En un plano ideal los padres tratarían estos temas con sus hijos e hijas, lamentablemente no todos los padres se preocupan o tienen tiempo para darle seguimiento a la educación de sus hijos, otros son tan o más ignorantes que ellos en estos temas -ya que igual que a sus hijos, nadie los educó-, y algunos no se sienten cómodos hablando de sexo con sus hijos; dejándole dicha responsabilidad al sistema educativo. Es así como los adolescentes terminan aprendiendo de sexo a través de pornografía, o acudiendo a sus amigos y compañeros, adoctrinamiento que raramente desemboca en una conducta sexual sana.
En el momento en que se implemente la educación sexual en los centros educativos, deben realizarse reuniones con los tutores, con el objetivo de presentarles el pensum de la materia; para que sepan que estarán aprendiendo sus hijos. De igual forma debe explicárseles la importancia de la educación sexual en la escuela y el hogar, los factores de riesgo de la ausencia de la misma, y por último conceptos básicos referente a la sexualidad. Todo esto con el propósito de crear conciencia en los padres sobre la importancia de la educación sexual, mientras simultáneamente se les educa, y se promueve la discusión de dichos temas en el hogar.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS