El Estado debe arreciar los esfuerzos para evitar las enfermedades cardiovasculares, invertir más en educación y tratamiento, pues a juicio del presidente de la Sociedad Dominicana de Cardiología, Donaldo Collado, su intervención para contrarrestar esos males es ínfima.
Lamentó que esta sea una de las áreas más descuidadas por el sistema público, “una paradoja porque las afecciones cardíacas registran un aumento preocupante y afectan cada vez a menor edad”. Llamó al Gobierno a construir más espacios y áreas verdes, para que los niños tengan sitios seguros.
En la celebración del Día Mundial del Corazón, que incluyó una marcha, consultas y cursos de resucitación cardiopulmonar, el especialista planteó que los centros de estudios instruyan para prevenir infartos y salvar vidas, porque la patología es la primera causa de muerte en el mundo.
Criticó que la Ley de Salud no cumpla su rol, lo que implica que las tarifas que pagan las Aseguradoras de Riesgos de Salud sean muy bajas y la cobertura a procedimientos también, lo que afecta a médicos y a pacientes pobres.
Aseguró que la norma, que tiene 15 años, es obsoleta y que tres gobiernos han pasado y ninguno la ha revisado, por lo que cree que es tiemplo de hacerlo.
Collado definió fundamental aprender a detectar síntomas, puesto que más del 70% de las emergencias cardíacas y respiratorias ocurren en la casa, con un familiar presente, que podría ayudar a la víctima.
“Cada año, los males cardiovasculares son responsables de 17,3 millones de decesos prematuros y para 2030 aumentarían a 23 millones. Pero gran parte es prevenible al abordar los factores de riesgo como el consumo de tabaco, alcohol en exceso, dieta poco saludable y la falta de ejercicio”, advirtió.
En el caso de la nicotina, indicó que anual mueren más de 600,000 fumadores pasivos (humo de segunda mano), incluidos niños.
Explicó que ligeros cambios en la rutina diaria pueden dar resultados extraordinarios, subir escaleras en lugar del ascensor, bajar del vehículo público dos cuadras antes de llegar al trabajo o ir a pie sino es muy lejos, hablar parado por teléfono, demandar no fumar en la oficina.
Collado sostuvo que como el entorno limita, la idea es que no haya excusas para ejercitarse y evitar hábitos nocivos, que la gente asuma que cualquier espacio es útil y lo convierta en saludable. Inculcar a los niños más actividad física y combatir la adicción tecnológica.
“Muchas personas están ‘atrapadas’ en sus ambientes, les falta acceso a los espacios verdes y caminos seguros para ejercitarse. Hay comidas poco saludables en las escuelas o el trabajo y anuncios abrumadores de sustancias dañinas, fumadores pasivos, contaminación en interior o exterior”, dijo.
Otro factor que citó es la prisa del día a día, por lo que recomendó evitar el estrés con medidas como comer fuera del trabajo y despacio, obviar alimentos procesados, consumir frutas y vegetales, descansos regulares, estirar o hacer ejercicio cinco minutos en intervalos regulares todo el día.
“Estar sano no solo es bueno para las personas, también lo es para los negocios, ayuda a aumentar la productividad y reduce el ausentismo laboral”, recordó Collado en la jornada en la plaza Sambil, donde hubo ejercicios, clases de zumba y conferencias.
Informó que la Federación Mundial del Corazón conduce la lucha contra las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares, con un enfoque a los países de bajos y medianos ingresos, mediante más de 200 organizaciones en 100 Estados.
“Alinean sus esfuerzos en torno a la meta de una reducción del 25% en la mortalidad prematura por enfermedad cardiovascular para 2025. La Sociedad Dominicana de Cardiología como único miembro en nuestra nación, trabaja día a día con otras entidades, en campañas de prevención y concientización, de manera tal que podamos llevar una vida saludable para el corazón”, manifestó.