Santo Domingo, 5 de octubre de 2015.- Cementos Andino reitera su compromiso con República Dominicana, sus trabajadores, clientes y toda su población. La empresa expresa su voluntad por continuar formando parte de la comunidad dominicana, aportando valor a su economía, fortaleciendo el tejido empresarial de la provincia de Pedernales y creando riqueza en el entorno de esta comunidad.
La compañía reconoce que existe una situación laboral imprevista de carácter temporal, consecuencia de las inversiones en la terminación de la torre para la fabricación del horno de Clinker, materia prima con que se elabora el cemento tipo Portland, un proyecto clave en su estrategia de expasión de negocios a futuro, la cual se estima entrará en funcionamiento para 2016. Sin embargo, declara que dicha situación no implica que la empresa renuncie a sus operaciones en Pedernales, donde ha invertido hasta el momento más de US$ 150 millones y mucho menos impide su capacidad para producir con óptima calidad.
Cementos Andino está considerada una de las primeras compañías en acogerse a la Ley 28-01 de fomento de la actividad en la zona fronteriza, y que le permitió instalarse en 2002 en Cabo Rojo. Desde Abril del 2004, inició formalmente las operaciones, aportando más de US$28,8 millones en impuestos y en obligaciones tributarias al Estado.
El presidente de Cementos Andino, arquitecto Nelson Bello, afirma que “este tipo de eventualidades financieras y operativas son normales para una empresa de esta dimensión, que ha tenido la valentía de emprender sus operaciones en las segunda provincia más pobre del país, el extremo del sur olvidado por las anteriores administraciones”.
A partir del 2006, Cementos Andinos adquirió las operaciones del Puerto de Cabo Rojo, como parte de las concesiones otorgadas por el Estado, amparado por el Contrato de Concesión Portuaria No. 050/2006. Desde sus inicios ha invertido más de US$18 millones en mejoras de infraestructura, modernización, tecnología y seguridad con miras a proveer un servicio eficiente, lo que ha representado ingresos para APORDOM por más de US$1,7 millones.
Seguridad jurídica
La compañía reconoce que el amparo legal de la Ley 28-01 le garantiza seguir operando, prevaleciendo así la seguridad jurídica, el respeto a la legalidad ante la comunidad internacional y los inversores extranjeros. “La seguridad jurídica de los derechos adquiridos de la empresa están por delante de los compromisos financieros pendientes por liquidar. Nuestra realidad financiera actual es temporal, y no impide o limita nuestra capacidad productiva”, declara Nelson Bello.
En este sentido, Cementos Andino denuncia la existencia de intereses empresariales y/o políticos que persiguen desestabilizar el proyecto de la empresa y excluirla con el fin de beneficiarse de futuros planes de desarrollo turístico inmediatos ordenados por el señor Presidente de la República.
Cementos Andino generó para el país un total de US$ 48,4 millones de divisas gracias a las exportaciones realizadas en el periodo 2006 – agosto 2015. Esta fuente de riqueza interna para República Dominicana fue posible gracias al proceso exportador del grupo cementero a países como Colombia, Haití y Panamá. Durante este periodo, Cementos Andino exportó un monto total de 458.818 toneladas, de las que el 80% se exportaron a partir de 2013.
El dinamismo económico generado por el grupo en se ha traducido también en aportes a proveedores y servicios durante los últimos diez años. En concreto, Cementos Andino ha pagado más de US$68,8 millones a sus proveedores desde 2005 hasta la actualidad. Más de US$20,3 millones se destinaron a proveedores de Pedernales, monto que ha contribuido significativamente para dinarmizar la economía local y regional, el resto equivalentes a US$48,5 millones fueron distribuidos en suplidores de Santo Domingo.
Los puestos de trabajo directo del grupo sumaron hasta agosto de 2015 un total de 354 trabajadores, de los que sólo el 8% son extranjeros mientras que el resto corresponde al sur del país (71%) y a zonas diversas (21%). Las nóminas abonadas por la empresa desde 2002 a la actualidad se aproximan a los US$ 56 millones; sólo en los últimos 10 meses, la empresa ha pagado en nóminas US$, 4,4 millones.
La compañía no sólo ha aportado riqueza a la provincia de Pedernales a través de sus procesos productivos, sino que la ha compartido con la comunidad gracias a los continuos programas de cambio de pisos de tierra por cemento, impactando positivamente a más de 6,550 familias en el Sur ($RD 1.513,622). A su vez, ha invertido en programas integrales de capacitación de su personal, entre los que se encuentran el programa DUAL de la mano de INFOTEP; cuantiosas inversiones en protección medioambiental del entorno (reforestaciones, prevención de contaminación y protecciones de especies), programa de ahorro y suministro de agua potable y manejo de vertidos sólidos.
Cementos Andino, además, ha sido un intenso colaborador del Estado y del Presidente Danilo Medina y en lo que ha transcurrido de su periodo presidencial hemos aportamos más de 6,000 pisos de cemento como parte de nuestras contribuciones sociales a la comunidad. Nuestra organización se identifica con la sensibilidad del Presidente y su vocación por apoyar a los más necesitados de su propia región.
Cementos Andino garantiza la producción de un cemento de la más elevada calidad al tiempo que ofrece toda su colaboración en futuros proyectos urbanísticos que puedan surgir en la provincia de Pedernales de la mano del Gobierno y en apoyo irrestricto a la visión del Presidente Danilo Medina Sánchez.
El señor Nelson Bello expresó: “Cementos Andino no es un proyecto transitorio, estamos en este país porque creemos en su gente, en sus instituciones y en sus líderes. Nuestro compromiso está por encima de un evento imprevisto, que más que una amenaza y un colapso representa un reto para nuestro equipo, del que estoy seguro saldremos fortalecidos y con más fe en el destino de esta hermosa y generosa nación. A lo único que aspiramos como inversionistas, es a recibir el apoyo que necesitamos y merecemos. Deseamos un trato justo en donde prevalezcan los derechos adquiridos y la seguridad jurídica, tanto para nuestro sector, como para toda la inversión extranjera que, como nosotros, confía en este país.