Hillary Clinton estuvo corriendo sola por la candidatura demócrata pero este martes habrá de medir que calificación tienen sus contrincantes en la contienda, cuando se enfrente a el debate anunciado para este martes en Las Vegas y que será transmitido por CNN.
Clinton ha dicho que siempre esperó enfrentar una dura competencia en las primarias del Partido Demócrata para la presidencia de Estados Unidos. Pero es probable que no esperase que esta le fuera a llegar de Bernie Sanders, un senador independiente de Vermont que se define como socialista democrático y que llama a la "revolución política".
La sorpresiva rivalidad entre Clinton y Sanders habrá de ocuparel primer plano cuando los precandidatos demócratas suban este martes al escenario de Las Vegas para el primer debate del partido de cara a la campaña de electoral de 2016.
El senador y la ex secretaria de Estado estarán acompañados por un trío de candidatos situados más abajo en las encuestas y que esperan tener su oportunidad para destacar ante los votantes que seguirán la contienda dialéctica en horario de máxima audiencia.
El debate incluirá también a el exgobernador de Maryland Martin O’Malley, el exsenador de Virginia Jim Webb y el exgobernador de Rhode Island Lincoln Chafee.
Moderado por Anderson Cooper, los resultados del encuentro también servirán al vicepresidente Joseph Biden para decidir si entra en la liza, ante la presión de medios de prensa y círculos políticos que le exigen decidir cuanto antes su posible precandidatura.
Según el sitio digital RealClear Politics, citado por Prensa Latina, en la carrera por la nominación del partido azul, Clinton está en la vanguardia con 42 por ciento de respaldo entre sus correligionarios, la sigue Sanders, con 25,4, Biden, con 18,6; mientras Webb, O’Malley y Chafee están por debajo del uno por ciento en intenciones de votos.
Si bien no acapara el destaque mediático del primer tope de los republicanos en Cleveland, Ohio, el 6 de agosto, este encuentro resultará un reto para Clinton, quien trata de echar tierra sobre el escándalo relacionado con el uso de su correo personal para fines oficiales, cuando estuvo al frente del departamento de Estado (2009-2013).
Una previsible alza en los números de la exsenadora por Nueva York mostrará que las élites de los partidos a menudo salen al frente con el candidato que apoyan.
En esencia, Clinton cuenta con la mayoría de los endosos de los grupos de poder, quienes determinarán la fiabilidad de su inversión.
Según un análisis que publicó el lunes el sitio digital RealClearPolitics, "si vemos titulares positivos sobre Clinton el miércoles por la mañana, sabremos que hay una posibilidad de que va a obtener algo de alivio de la prensa negativa y, posiblemente, un aumento en sus cifras en las encuestas".
Los comicios generales estadounidenses se realizarán el 8 de noviembre de 2016 y en ellos estarán en disputa, además de la presidencia, los 435 puestos de la Cámara de Representantes, un tercio de los 100 asientos del Senado y numerosos cargos a niveles estaduales y locales.