Por José-Tomás Cruz Varela
De mi puño y tekla) Políticos, comentaristas y periodistas están empecinados en enrarecer y complicar la información sobre las alternativas de PP, PSOE y Ciudadanos en los próximos comicios generales, dado que Podemos y su líder Pablo Iglesias según las encuestas, van camino de incorporarse al colectivo de partidos testimóniales. La formación irrumpió con una gran fuerza pero la intención de voto está en plena caída libre. El desencanto es total y los errores cometidos demasiados.
Los populares, aunque disponen de medios, la eficacia de los remedios aplicados no van a resultar suficientes para combatir la dureza de la inmediata campaña electoral. El haber ocupado un quinto lugar en las pasadas elecciones catalanas, gobernando el país con mayoría absoluta, dice muy poco en su favor y la pérdida de credibilidad por efecto de la corrupción, otro tanto de lo mismo. Acusar a Ciudadanos de indefinición ideológica cuando resulta innegable que se trata de un partido con gran atractivo en el sector joven y no tan joven de la sociedad es un juicio equivocado. A los ojos del votante disponen de un proyecto bien elaborado y realizable como se ha demostrado en Cataluña y posteriores sondeos de opinión efectuados a nivel nacional.
Uno de los grandes problemas que acusan nuestros partidos políticos en general estriba en que los intereses personales priman en exceso sobre la gestión de los mismos. El descarado favoritismo hacia ciertos personajes, debilita y provoca que en muchas ocasiones se tomen decisiones equivocadas, como ocurre igualmente con el pago de favores con relevantes cargos. La inutilidad manifiesta de ciertos nombramientos que están en la memoria de todos, ha sido uno de los grandes errores de la política española y nefastas consecuencias.
Si como se rumorea, el poder económico se decanta por un pacto PSOE-Ciudadanos, con tal de impedir cualquier tipo de influencia por parte de Podemos sobre los socialistas, condicionaría el panorama peligrosamente. Rajoy y los populares continúan padeciendo el sempiterno problema de siempre consistente en la ausencia de partidos afines con los que poder entablar a alguna negociación, con la excepción de Ciudadanos aunque con reticencias. De momento todo está en el aire y para Alberto Rivera y los suyos tampoco les hace muy felices el ser considerados como comodín o “partido bisagra” ni van a precipitarse en sus decisiones.
Quizá lo auténticamente preocupante en el seno del PP radique en que siendo muchos sus simpatizantes, cierto sector en crecimiento manifieste que continuarán votando a la formación conservadora pero no lo suficientemente convencidos. Si “queda mucho por hacer” dicen, mantra preferido por Rajoy ¡¡hágase!! No es suficiente con declarar que existe un marcado interés por iniciar una renovación sobre normativa electoral, elaboración de listas, etc. Lo necesitado son hechos.
Cierto que no hay tiempo para realizar una transformación a fondo, no obstante, si la voluntad de cambio fuese real, podría demostrarse a través de la elaboración de las listas electorales de las distintas circunscripciones pero con la la participación activa de todos los afiliados, que lógicamente no tendrían porque coincidir con las confeccionadas por la junta electoral. Tal mediada que obviamente no será admitida, constituiría toda una prueba de democracia interna de partido, demostrando que la intención de cambios es una realidad, generando la necesaria reconciliación con las bases del partido y demostrando que en el PP no todo se queda en promesas…
Mire don Mariano: de sobra sabemos que la propuesta del párrafo anterior es una utopía porque ni listas ni puestos serán consultados ni consensuados, con lo cual afiliados, votantes y simpatizantes verán su gozo en un pozo, pero no olvide que en sus manos tienen el que usted permanezca otros cuatro años en La Moncloa, o bien desaparezca del panorama político español. La oposición celebraría el que se cumpliera el vaticinio de ser el primer presidente a quien le cupo el alto honor de no haber conseguido una segunda legislatura, algo logrado, incomprensiblemente, hasta por el mismísimo y presuntamente iluminado y experto contados de nubes, José-Luis Rodriguez Zapatero (PSOE). Muy duro…¿verdad?….¡¡Tiempo al tiempo!!
Atentamente.
José-Tomás Cruz Varela