La ONU propone una reducción de hasta 10 por ciento del salario de su personal en el mundo.
Por Thalif Deen
NACIONES UNIDAS, 14 oct 2015 (IPS) – Una propuesta de presupuesto con reducción salarial del personal de nivel bajo y medio en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pero no de los cargos jerárquicos, despertó la ira del sindicato que representa a los trabajadores del foro mundial.
“Es lamentable que, mientras se intenta reducir drásticamente el salario del personal que arriesga su vida en el frente de batalla, a un expresidente de la Asamblea General se le acusa de haber recibido un millón de dólares en sobornos”, denunció Ian Richards, presidente del Comité Coordinador de Sindicatos y Asociaciones del Personal Internacional (CCISUA, en inglés), que representa a unos 60.000 empleados de la ONU.
La propuesta equivale a “reducciones reales en los salarios y las prestaciones de hasta 10 por ciento para los miles de empleados que ponen en riesgo sus vidas para llevar a cabo labor humanitaria vital”: Ian Richards.
Richards se refería a John Ashe, el embajador de Antigua y Barbuda que fuera presidente de la Asamblea General en el período 2013-2014 y que fue acusado de recibir más de 1,3 millones de dólares en “sobornos” de la empresa china Sun Kian Ip Group.
La Comisión de Administración Pública Internacional (Capi), un órgano independiente integrado por 15 expertos, que regula y coordina las condiciones de servicio del personal en el sistema de la ONU, habría completado su propuesta de nuevas estructuras salariales, que se presentará en noviembre ante la Comisión de Asuntos Administrativos y de Presupuesto – también conocida como la Quinta Comisión – de la organización internacional.
“Calculamos que las propuestas de la Capi representan reducciones reales en los salarios y las prestaciones de hasta 10 por ciento para los miles de empleados que ponen en riesgo sus vidas para llevar a cabo labor humanitaria vital en el frente de combate”, sostuvo Richards en diálogo con IPS.
“También hará que la discriminación salarial contra las familias monoparentales, en su mayoría mujeres, sea peor de lo que ya es”, añadió.
Existe un “descontento real de los colegas al respecto. Va totalmente en contra de lo que es la ONU y envía la señal de que ya no se valora la ardua labor que realiza el personal”, afirmó.
La presidenta del Sindicato del Personal de la ONU en Nueva York, Barbara Tavora, asegura que la propuesta les quitará dinero a las familias monoparentales y elevará los ingresos de los altos funcionarios, específicamente de los subsecretarios generales y los secretarios generales adjuntos.
“Esto es inmoral. No, no podemos y no estaremos de acuerdo con esta desafortunada propuesta, y la combatiremos en la medida de nuestras posibilidades”, aseguró en un mensaje dirigido a los empleados de la ONU.
Ante la Quinta Comisión el martes 12, el secretario general Ban Ki-moon dijo que continuará alentando a sus altos directivos a encontrar formas nuevas y mejores de cumplir con sus mandatos de manera más eficaz.
Ban informó que para el bienio 2016-2017 presentó un presupuesto de 5.740 millones de dólares a la Asamblea General, y que esta le pidió que lo redujera a 5.560 millones.
Por lo tanto, “ahora estoy proponiendo un… presupuesto de 5,570 millones de dólares” para el bienio, explicó.
Eso equivale a 1.6 por ciento, o 90,8 millones de dólares, menos que el presupuesto del bienio en curso, y es 10,2 millones de dólares más, o 0,2 por ciento, del presupuesto solicitado por la Asamblea General, añadió.
En general, la propuesta para 2016-2017 refleja una reducción de 56 puestos de trabajo en comparación con el presupuesto actual, sobre todo en relación con la congelación de los cargos, precisó Ban.
“Uno de mis colegas en Sudán del Sur me dijo que, cuando anunciaron los recortes en una reunión de personal, todos en la sala parecían como si les hubieran dado un golpe en el estómago”, observó Richards.
El líder sindical recordó que, desde el inicio de 2011, a raíz de su labor en Sudán del Sur murieron 19 empleados y personas contratadas por la ONU, además de 31 heridos y cinco secuestrados.
“Pero lo más estresante del trabajo en el frente de combate no es el peligro físico real, sino la sensación de no tener el apoyo de los funcionarios del país o de la propia ONU, y eso es lo que está pasando aquí”, afirmó Richards.
“Entendemos que estos son tiempos difíciles, pero lo único que pedimos es justicia para los trabajadores en el frente de combate. Nos decepciona que la Capi no nos haya escuchado al respecto”, comentó.
Tavora indicó a IPS que la decisión definitiva sobre la propuesta se tomará a mediados de diciembre.
La dirigente también se refirió a la decisión de Ban sobre el escándalo de corrupción referido al expresidente de la Asamblea General Ashe, que será investigado por la Oficina de Servicios de Supervisión Interna del foro mundial.
“Que se realice una investigación es una muy buena noticia, por supuesto. Sin embargo, discrepamos sobre cuál debe ser el objeto de la investigación”, precisó Tavora.
Una vez que la ONU recibe fondos, existen muchos controles y garantías para asegurar su “gestión adecuada según las normas y reglamentos pertinentes” de la organización, por lo que hay dudas de que la investigación solicitada por Ban encuentre algo irregular, sostuvo.
Lo que debería preguntar la ONU es cómo se involucró “en una situación en la que se utilizaron fondos cuestionables para financiar viajes de miembros del personal, eventos en nuestras instalaciones con la presencia de nuestras más altas autoridades, incluso conferencias donde los participantes y panelistas eran miembros del personal y representantes de los Estados miembros”, subrayó.
“¿Y cómo es posible que haya tantas restricciones impuestas a los actores no gubernamentales en cuanto a su participación en las reuniones oficiales de la ONU, pero los fondos de esas entidades parecen fluir libremente en toda la organización, sin que se hagan preguntas?”, cuestionó.
Tavora también dijo que la administración actual pretendió reinventar la ONU para asemejarla a una empresa privada. “Tratando a sus empleados como productos sustituibles, sentándonos colectivamente sin ningún respeto o consideración por el mínimo de privacidad necesaria para llevar a cabo nuestros deberes… y aceptando fondos de fuentes muy, muy cuestionables”, dijo.
“Nuestra esperanza es que el secretario general y sus colaboradores piensen bien sobre la forma en que nos llevaron a este punto lamentable y, lo más importante, cómo vamos a salir de aquí”, concluyó.
Traducido por Álvaro Queiruga