SANTIAGO.- De nuevo y por tercer fecha consecutiva, este viernes no fue posible llevar a cabo el tradicional intercambio entre dominicanos y haitianos, en la ciudad de Dajabón, como consecuencia del paro que sostienen comerciantes de esa localidad desde hace nueve días, en reclamo de que las autoridades del vecino país dejen sin efecto la veda impuesta hace dos semanas a 23 productos criollos.
La presencia de compradores y vendedores fue prácticamente nula en los alrededores del puente ubicado sobre el río Masacre, en la parte correspondiente a la comunidad dajabonera, donde habitualmente se producen las transacciones comerciales entre residentes en ambos países.
Además, persiste el bloque de las calles que dan acceso al área del mercado, por parte de vehículos pesados afiliados a la Federación Nacional de Transportistas Dominicanos (FENATRADO), con lo que se impide el ingreso vehículos pesas con destino al vecino país.
Entretanto, las federaciones que agrupan a los comerciantes y los propietarios de patanas y camiones, principales soportes de la protesta, lograron anoche el respaldo del comercio en general, al concluir una reunión que, por más de tres horas, se celebró en la zona donde están ubicados los negocios que sirven de soporte al comercio binacional.
En ese encuentro también participaron cinco empresarios haitianos, quienes anunciaron su apoyo a la paralización, en el entendido de que la mayoría de sus compatriotas se perjudica con la medida de no permitir el ingreso de los productos por vía terrestre.
Los asistentes a la reunión acordaron formar una comisión que, junto a otras similares de las zonas fronterizas de la parte sur del país, visitarán la mañana del lunes el Congreso Nacional, donde contemplan plantear la realidad provocada por la veda, asegurándose que hasta ahora ha provocado pérdidas económicas que rondan los 100 millones de pesos.
Por igual, decidieron solicitar al Ministerio de Relaciones Exteriores dominicano enviar hasta Dajabón una comitiva, que se encargue de ofrecer los detalles de lo tratado por los presidentes Medina y Martelly, respecto a la prohibición del ingreso de los artículos a Haití por las zonas fronterizas.