SANTIAGO.- El arzobispo de esta ciudad, monseñor Freddy Bretón, se opuso a que se construya un muro en la frontera, para evitar la entrada al país de haitianos ilegales, estimando que lo ideal sería “levantar la vergüenza y rescatar las instituciones de este país”.
Al mismo tiempo, denunció que en las últimas semanas se ha incrementado el asentamiento de ilegales haitianos en el municipio serrano de San José de las Matas, de la provincia Santiago.
Con relación a la edificación del muro fronterizo, monseñor Bretón expresó que si tal cosa se lleva a cabo “le hacen boquetes y puertas para cobrar peaje ahí, los mismos militares”.
Al tiempo de preguntarse qué remedia eso, monseñor Bretón ratificó su criterio de que “lo que tenemos que recuperar aquí es la vergüenza”.
Sobre su asentamiento en San José de las Matas, monseñor Bretón aseguró que esos extranjeros están usando la misma vía que utilizaron muchos de sus compatriotas en el pasado, huyendo por la loma huyendo de la revuelta de los esclavos que se produjo allí.
Monseñor Bretón se refirió a ese y otros temas relacionados con la situación de los haitianos en el país, al participar en el programa de televisión “Comunicación y Vida”, que auspicia el Arzobispado en varios canales de televisión de esta ciudad, con la dirección de Virgilio Apolinar Ramos.
“Esa es la misma ruta que están siguiendo ahora los haitianos y llegan en número considerable, no solamente por el sur, como se dijo, sino también por la sierra de San José de las Matas”, insistió.
Para monseñor Bretón, tiene que existir un control que impida se produzca ese éxodo de haitianos por la parte serrana de la provincia, pero aconsejó que, luego que ellos hayan logrado ubicarse allí se les debe respetar.
El arzobispo santiaguero sostuvo que las autoridades gubernamentales están en el derecho de regresar los haitianos ilegales a su país, pero sin despojarlos de sus cosas de valor “sin soltarlos con las manos peladas como lo están haciendo, que lo sé a ciencia cierta”.
Monseñor Bretón subrayó que el Estado tiene derecho a defender la soberanía del país, así como poner las reglas que rijan la inmigración y hasta la emigración del territorio.
Tras insistir en que tal cosa debe hacerse siempre en el marco del respeto que merece todo ser humano, la autoridad religiosa opinó que “si quieren atrapar haitianos y devolverlos a su país, muy bien pueden, pero lo que no pueden es timarlos, no pueden meterlos presos, quitarles todo y soltarlos a la buena de Dios, lo que está sucediendo”.