El geólogo Osiris de León dijo que el Cambio Climático es una amarga realidad que ya está frente a todos nosotros, y que ya nadie debe negar porque se expresa en forma de aumento de las temperaturas, sequías extremas, reducción de la disponibilidad de agua para acueductos y para riego, reducción de la producción alimentos, encarecimiento de los alimentos básicos, desertificación de algunas regiones, y fuertes huracanes alimentados por el sobre calentamiento del agua del mar y por los fenómenos alternos de El Niño y La Niña.
Al disertar frente a los alcaldes de todo el país, y frente a alcaldes de 16 países, en el marco del III Congreso Iberoamericano de Municipios Verdes, Osiris de León dijo que la República Dominicana es uno de los países que menos gases de efecto invernadero produce, pero es uno de los países más afectados en la región del Caribe debido a la sequía extrema que durante los últimos 3 años ha encontrado a las autoridades sin la debida preparación logística, y ha golpeado al sector agua potable y al sector agrícola, trastornando la calidad de vida de la gente.
Añadió que todo esto se agrava por la falta de una ley de ordenamiento territorial, lo que genera un caos social donde el crecimiento urbano y la expansión industrial compiten por los mismos suelos que debían destinarse a la producción de alimentos, sabiendo que el uso de suelos agrícolas para el urbanismo, y el uso de suelos inorgánicos para la agricultura, representan graves distorsiones en los usos de suelos y mayores consumos de agua.
Dijo que el uso de suelos agrícolas para el urbanismo representa mayores costos para la construcción de viviendas, mayores asentamientos diferenciales que agrietan las edificaciones y reducen su valor, al tiempo que durante los terremotos producen pésimas respuestas sísmicas que ponen en peligro la vida de la gente, mientras el uso de suelos inorgánicos para la agricultura representa una mayor inversión para el mejoramiento, fertilización e irrigación de los suelos, porque usualmente los suelos limosos y arenosos no retienen el agua de riego, con lo cual aumenta el consumo de agua, baja la productividad y se encarecen los alimentos.
De León expresó que el país debe comenzar a diseñar planes de contingencia para afrontar exitosamente las futuras sequias, construyendo más represas, construyendo nuevos campos de pozos, corrigiendo las fugas de agua en las redes de acueductos y canales, educando a la población para que consuma menos agua y desperdicie menos el agua en los hogares y en los sistemas de riego; y contaminando menos las aguas superficiales y subterráneas, para lo cual es fundamental construir adecuados sistemas de alcantarillados sanitarios que hoy no existen.
Dijo que es urgente aprobar y promulgar el proyecto de ley de ordenamiento territorial que está en el Congreso Nacional, y aplicar de inmediato un plan de ordenamiento territorial, donde los suelos más ricos en nutrientes, como los del valle del Cibao, y los suelos de alta productividad, con bajo consumo de agua, sean priorizados para la producción de alimentos.
Terminó su disertación diciendo que el Estado debe asignar a cada persona un total de 150 litros de agua por día, libre de costo, y el consumo excedente debe ser medido y cobrado con altísimas tarifas para obligar a la gente a consumir no más de 150 litros de agua por día, ya que la demanda y el consumo de agua aumentan cada día, pero la disponibilidad de agua se reduce significativamente fruto del Cambio Climático, las sequias, y la contaminación cloacal.