La reina Nefertiti pudiera hallarse en una cámara oculta tras la pared norte del sepulcro de Tutankamón.
El Cairo, 5 nov (PL) El escaneo mediante termografía infrarroja de la tumba del faraón Tutankamón comenzó hoy en medio de grandes expectativas de arqueólogos y público general para saber si realmente la tumba de Nefertiti se encuentra en ese lugar.
Toda vez que el proceso no es técnicamente complejo, el ministro de Antigüedades de Egipto, Mamdouh Eldamaty, estima que los trabajos de campo en el Valle de los Reyes, sur de Egipto, donde se encuentra el sepulcro del rey niño, demoren pocos días.
Este año el arqueólogo británico Nicholas Reeves expresó su idea de que la hasta ahora desconocida tumba de la reina Nefertiti pudiera hallarse en una cámara oculta tras la pared norte del sepulcro de Tutankamón.
Tras analizar imágenes de alta resolución en el espectro óptico y con rayos X realizadas a las paredes del recinto que alberga el sarcófago del rey Tut, Reeves llegó a la conclusión de que junto a esa tumba existen habitaciones hasta ahora no exploradas.
La estructura del techo de la cámara funeraria, junto a la geometría del sepulcro es diferente a la de otros dignatarios y faraones del mismo período, lo cual sugiere que tras la prematura muerte del joven Tutankamón se adaptó una tumba mayor ya existente, sostiene Reeves.
Puede ser que haya algo más en la tumba de Tutankamón, dijo el jefe del Departamento de Antigüedades de Luxor, Mustafa Waziri, pero de momento no podemos conocer qué es, tenemos que esperar los resultados para saberlo con precisión.
De inicio, investigadores del ministerio de Antigüedades de Egipto, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de El Cairo, y de Instituto francés de Preservación del Patrimonio, analizan la absorción de radiación infrarroja (calor) de las paredes del sepulcro de Tutankamón.
La próxima semana un equipo egipcio comenzará el sondeo con radar del terreno contiguo a la tumba, a la espera del equipo de Reeves, que con la misma técnica debe arribar a Luxor el 25 de noviembre.
Los resultados obtenidos de todas las técnicas, aplicadas por separado, se cotejarán posteriormente y, de encontrarse anomalías que sugieran espacios vacíos, se procederá a insertar sondas ópticas que permitan observar el contenido de esas cavidades.
Eventualmente, de confirmarse la existencia de habitaciones adicionales, se procedería a excavaciones que en todo momento preserven en lo posible la integridad tanto del sepulcro de Tutankamón como de las nuevas cámaras funerarias.
Entre las hipótesis de trabajo se baraja la posibilidad que, de existir, la tumba por descubrir pueda pertenecer a Nefertiti, a la reina Meritatón (hija y mujer del faraón Akenatón, el padre de Tutankamón) o la madre de Tut, Kiya.
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