En Guerrero, México, sus residentes viven un ambiente de terror. En dos semanas han sido asesinadas 50 personas y decenas de cadáveres han aparecido en fosas clandestinas han informado las autoridades.
Las matanzas son atribuidas a los narcotraficantes, de acuerdo a denuncia de 25 alcaldes del Partido Revolucionario Democrático (PRD).
En domingo en la noche 10 personas murieron acribilladas por el narco mientras veían una pelea de gallos (125 balazos en 45 segundos), y el lunes cinco familiares de un exjefe de policía fueron secuestrados y liquidados. Entre ellos había una niña de siete años y un bebé.
El diario elpais.es de Madrid, España, reseña que sólo en los nueve primeros meses, el crimen se ha cobrado casi 2.000 vidas, 750 de ellas en Acapulco, la antigua perla del Pacífico.