Fidel Castro Ruz ha sido uno de los líderes políticos latinoamericanos más difundidos a nivel mundial en la mayoría de los casos por ser noticia de primer orden cuando ocupaba la primera magistratura del Estado cubano, y aún fuera del poder sigue siendo un personaje que impacta y genera la atención entre los medios de comunicación de masas.
El reciente documental difundido por CNN en español proyecta imágenes y sonidos nunca antes conocidos del líder histórico de la revolución cubana cuando fue entrevistado en exclusiva por el entonces reportero de NBC, Jon Alpert, a bordo del avión presidencial.
La trascendental entrevista a Fidel Castro fue efectuada en 1979 cuando se dirigía desde La Habana a Nueva York a pronunciar un discurso en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como presidente de la Organización de Países No Alineados.
La poderosa cadena de televisión CNN no tan solo difundió el documental de una hora sino que inmediatamente concluyó produjo un panel sobre el tema en el programa “Choques de Opiniones” de otra hora de duración.
¿Por qué ahora y no antes la televisión de Estados Unidos se decide en transmitir un documental mostrando el rostro humano de Fidel Castro?
Y especialmente, ¿Por qué la cadena NBC que fue la que obtuvo la primicia nunca se interesó en difundirla? Al margen del conservadurismo ideológico que caracteriza esa empresa comunicacional, algunas razones tuvo para rehusarse a la difusión en 36 años de una entrevista que en sí mismo es histórica.
Incluso era la primera vez que un medio de comunicación de Estados Unidos compartía a cercana distancia con el comandante Fidel Castro desde que alcanzó el poder en 1959, tras derrocar el régimen de Fulgencio Batista.
Fidel, referente histórico
Quiérase o no Fidel Castro, quien gobernó la República de Cuba durante 47 años, es un referente para los estudiosos de las ciencias políticas y sociales del mundo porque ha sido el único líder político latinoamericano que orquestó un escenario que tuvo a punto de generar la tercera guerra mundial con la terrible utilización de misiles nucleares.
La denominada”crisis de los misiles” que tuvo de epicentro el territorio cubano luego de que la URSS instalara en 1962 misiles en Cuba apuntando hacia Estados Unidos generando uno de los episodios más dramáticos en la historia contemporánea.
Retornando a la negativa de NBC de proyectar el extenso diálogo de Castro con el periodista Jon Alpert, que incluye además grabaciones del interior de la habitación que ocupó el líder cubano mientras permaneció en Nueva York, hago la siguiente lectura que puede ser abordada en diferentes dimensiones.
En primer lugar, la inseparable unión matrimonial entre el poder y la comunicación que desde tiempos remotos siempre ha existido. Antes en blanco y negro, ahora en full color pero siempre el mensaje está ahí, dispuesto a influenciar de una forma u otra en las mentes, acciones y hasta dominio de la ciudadanía.
Ya sea a través de los impresos o de la extraordinaria incidencia que tienen los medios electrónicos, incluyendo por supuesto un aliado de alcance inimaginable como el Internet, el liderazgo mundial apela al uso de estas herramientas para transmitir sus mensajes por medio a la palabra hablada o escrita.
La imagen del bigotico de Adolf Hitler y la barba de Fidel son expresiones visuales inseparables de la personalidad de estas dos destacadas figuras universales.
El documental titulado “Un viaje con Fidel” describe aspectos desconocidos de la personalidad del líder histórico de la revolución cubana. Se aprecia al ser humano; que sonríe de buena gana, el lado íntimo del hombre que simbolizó la guerra fría en America, que enfrentó con todas sus energías, convicciones e inteligencia política al imperialismo norteamericano por más de cinco décadas.
En segundo lugar, ¿será que las estructuras mediáticas norteamericanas comienzan a ver ahora al Fidel Castro ser humano y no al “monstruo incontrolable” que siempre nos mostraron cada vez que en una noticia, reportaje o comentario se abordaba el tema de Cuba?
Afortunadamente, los tiempos han cambiado y hoy vivimos el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, políticas y comerciales entre Estados Unidos y la República de Cuba.
Desde esas perspectivas es lógico que el tratamiento que brindan los medios de comunicación estadounidenses a la mayor de las Antillas es diametralmente distinto al predominante en aquellos años en que Fidel Castro ostentaba el poder.
Su hermano Raúl, actual presidente de Cuba ha tenido el privilegio histórico de presidir la normalización de las relaciones con la potencia del Norte. Lógicamente, que esa realidad no podía haberse concretizado sin el fino tacto político e inteligencia singular del presidente Barack Obama, primer mandatario de origen negro en conducir los destinos de Estados Unidos.
En consecuencia, el fin de la guerra fría en América no tan solo es un triunfo del liderato cubano y norteamericano sino de todos los sectores e instituciones del mundo que lucharon tesoneramente para armonizar esos vínculos.
Ahora es justo aspirar o soñar que el bienestar económico y social predomine entre los pueblos oprimidos de nuestra América morena.