Un informe de la OIT dice que los nuevos profesionales tienen mayores probabilidades de figurar entre los desempleados que los trabajadores con niveles de educación inferiores.
Ginebra, 17 Nov (PL) Aunque mundialmente aumentó el nivel educacional de los trabajadores, hoy en muchos países ese indicador dejó de significar una mejora en las oportunidades de encontrar empleo, publicó la Organización Internacional de Trabajo (OIT).
En su último reporte del mercado laboral mundial, la entidad constató una caída en la proporción de la población activa con tan sólo un nivel de educación primaria o inferior.
Sin embargo, las tendencias de países con bajos y medianos ingresos evidenciaron que el acceso a la enseñanza superior no significa que los egresados automáticamente tengan mejores oportunidades de ocuparse.
De acuerdo con el reporte, en esas economías los graduados universitarios tienen mayores probabilidades de figurar entre los desempleados que los trabajadores con niveles de educación inferiores.
Expertos de la OIT reconocieron que esa situación refleja un desajuste entre las personas cualificadas y el número de plazas disponibles que correspondan con sus competencias y expectativas.
Dichas fuentes insistieron en que si no se corrige el panorama actual, esa desproporción podría frenar el crecimiento económico y el desarrollo de los países afectados.
En 2015 el 72 por ciento de los trabajadores del mundo laboraba en economías de ingreso mediano, por lo que las cifras de esas naciones determinan las tendencias del mercado laboral global, según el documento.
El reporte añadió que de la población activa restante, el 20 por ciento trabajaban en economías de ingreso alto y el ocho por ciento en naciones de bajos ingresos.
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