Las investigaciones han concluido en que un terrorista suicida portaba la bomba que derribó el avión ruso en Sinaí en el que murieron 217 pasajeros y siete tripulantes.
A la conclusión se ha llegado luego que el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) difundiera una imagen de la supuesta bomba casera que utilizó un miembro de su organización delictiva para derribar el avión ruso Metrojet, caído en la península del Sinaí, Egipto, el pasado 31 de octubre.
En el último número de su revista propagandística Daqib, el ISIS reivindicó la autoría del hecho y reveló cómo fue el artefacto explosivo que terminó con la vida de 217 pasajeros y siete tripulantes.
La fotografía muestra un explosivo de fabricación casera disimulado en una lata de bebida gaseosa sin alcohol. Las pericias de las autoridades rusas e investigadores internacionales coinciden en que fue una explosión en el interior de la aeronave lo que produjo su estrepitosa caída en esa península egipcia.
Según la imagen difundida por Daqib, el artefacto consta de tres elementos fundamentales: la carga explosiva, un estopín eléctrico y la batería con su interruptor.