Justicia y Transparencia demanda llevar investigaciones hasta las últimas consecuencias sin importar jerarquía política o judicial de los culpables
El Presidente de la Fundación Justicia y Transparencia (FJT), Trajano Potentini al ser entrevistado en la revista matutina informativa de antena 7, que conducen los periodistas Homero Figueroa y Lorenna Pierre, calificó de muy grave y preocupantes las revelaciones del presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Mariano German Mejía, dando cuentas de que la jueza Awilda Reyes Beltré, habría recibido dinero y órdenes superiores para favorecer acusados de sicariato y narcotráfico.
A juicio de Potentini se trata de un hecho sin precedentes en los anales judiciales, con efectos demoledores para todo el sistema judicial, con ello primero, Mariano German se inhabilitad para conocer como presidente del consejo del poder judicial el juicio disciplinario en contra de la magistrada, segundo le viola su presunción de inocencia y tercero lo más perturbador aun es que todas las decisiones y casos fallados por Awilda Reyes, condenando, absolviendo, devolviendo bienes o variando medidas de coerción, tienen vocación de ser revisadas y anuladas, por la presunción de fraude y prevaricación en contra de la magistrada.
Para la entidad de sociedad civil con este escándalo el Poder Judicial toca fondo, y por ello demandamos que las investigaciones se lleven hasta las últimas consecuencias, desvelando todo el entramado, caiga quien caiga y sin importar jerarquía judicial, política o empresarial de los posibles implicados.
Asimismo estamos reiterando la necesidad de que las investigaciones sean extendidas, primero al Ministerio Público, en razón de que la administración de justicia penal tiene un proceso de corresponsabilidad de jueces y fiscales, de ahí que es poco probable la existencia de corrupción sin la complicidad de uno o de otro, y segundo al Tribunal Superior Administrativo, por la dejadez, inoperancia y mora judicial que se registra en esta jurisdicción, convirtiéndose así en una especie de aliado de la corrupción política.
Finalmente Potentini insistió en la realización de una gran cumbre, con el objeto de sociedad civil y políticos y clase gobernante aborden con determinación y responsabilidad el problema judicial, sacando sobre todo la política del control de la justicia, saneándola e independizándola, además de dotarla del presupuesto necesario para afrontar las grandes reformas.