El presidente ruso, Vladimir Putin, confirmó este miércoles que uno de los pilotos rusos que saltaron del avión derribado el martes por la Fuerza Aérea turca fue rescatado por el Ejército sirio y trasladado a una base rusa en la provincia de Latakia.
Putin realizó el anuncio en declaraciones televisadas el miércoles luego de que el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, dijese a agencias de noticias rusas que el hombre, rescatado en una operación que duró 12 horas y terminó en la madrugada del miércoles, está ahora "sano y salvo".
Según funcionarios rusos, el otro piloto resultó herido, y una vez en tierra, fue asesinado por rebeldes opositores al régimen de Siria.
El anuncio del rescate fue acompañado por la advertencia de que Rusia enviará sus nuevos misiles antiaéreos S-400 a la base de Hemeimeem, una instalación controlada por el gobierno de Siria desde donde opera la Fuerza Aérea rusa.
Mientras tanto, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, dijo que su país simplemente defendió su seguridad al derribar el avión ruso, pero aseguró que no busca una escalada de las tensiones con Moscú.
"Nadie debería esperar que Turquía se mantenga en silencio ante incursiones fronterizas o la violación de sus derechos", dijo Erdogan durante una reunión de la Organización de Cooperación Islámica en Estambul.
Turquía está a favor de la "paz, el diálogo y la diplomacia", agregó.
Putin no lo considera así. “La pérdida de hoy para nosotros es una puñalada por la espalda de parte de los cómplices de los terroristas”, dijo el martes.
Ankara sostiene que el avión ruso fue derribado tras ignorar las repetidas advertencias de que había entrado en su espacio aéreo desde Siria.
El presidente estadounidense Barack Obama llamó el martes por la noche a Erdogan para expresar el apoyo de Estados Unidos y la OTAN al derecho de Turquía de defender su soberanía.