SANTIAGO.- En lo que va de año, tres personas han fallecido en la clínica Corominas, de aquí, como consecuencia del dengue, de alrededor de 700 casos que han sido registrados, incremento que preocupa a sus ejecutivos.
Los datos fueron aportados por el doctor Juan Ramírez, presidente del consejo de administración de ese centro asistencial privado, en el transcurso de un encuentro con comunicadores locales, donde se dieron a conocer las innovaciones físicas y de equipamiento, con motivo de su aniversario 62.
Las nuevas ofertas que brinda la clínica Corominas incluyen más facilidades para los pacientes y la puesta en servicio de equipos médicos de última generación.
El galeno santiaguero aclaró que por lo menos dos de las víctimas del dengue que fallecieron en la Corominas habían sido referidas de Puerto Plata y Moca, pero con cuadros clínicos que resultaron imposible a los médicos estabilizar.
Ramírez estimó que en muchos de los casos de dengue provenientes de otras ciudades y tratados allí, sus traslados fueron realizados de manera inadecuada, lo que empeoró la situación de salud de ellos.
Aconsejó Ramírez que el gobierno aplique una permanente política contra ese virus, como manera práctica de por lo menos controlarlo, labor que debe ser liderada por los ministerios de Salud Pública y Medio Ambiente, en combinación con las alcaldías.
“Si esas instituciones toman las medidas preventivas correspondientes estoy seguro que menos ciudadanos serían afectados por el dengue y, por consiguiente, el número de muertes disminuiría”, reiteró.
Sobre la realidad de la clínica Corominas, explicó que ahora dispone de 243 especialistas, 53 de los cuales que cuentan con sub-especialidades, así como 256 enfermeras.
Dijo que con el nuevo edificio, que fue construido por un costo de 260 millones de pesos, ahora cuentan con 275 camas para pacientes, con habitaciones dotadas de los equipos de la más alta tecnología, para garantizar un servicio de salud a la vanguardia de los últimos tiempos.