Washington, 8 dic (PL) La Cámara de Representantes estadounidense respaldó hoy por amplia mayoría un proyecto de ley dirigido a endurecer las normativas de un programa que facilita a millones de ciudadanos de 38 naciones entrar al país sin visa.
La medida contó con el aval de 407 votos y la negativa de solo 19, todos demócratas.
El proyecto pretende que visitantes que no requieren documentos de autorización para entrar a Estados Unidos pasen por procesos de revisión más estrictos, y se les podría prohibir la entrada al país en caso de haber viajado en los anteriores cinco años a naciones como Iraq, Irán, Siria o Sudán.
Asimismo, el texto busca exigir a los países participantes que compartan con Washington información de contraterrorismo, bajo la amenaza de ser eliminados del programa en caso de negativa.
La legislación impulsa así nuevos requisitos para compartir datos de inteligencia y ordena la expedición de nuevos pasaportes con medidas que eviten fraudes, como microprocesadores con información biométrica.
Las naciones participantes en el programa deberán revisar más exhaustivamente a viajeros, incluida una revisión en la base de datos de Interpol, para mayor certeza de que no tienen vínculos con extremistas.
Según los copatrocinadores de la medida, el objetivo es cerrar posibles brechas de seguridad y evitar actos terroristas como los acontecidos el mes pasado en París y que costaron la vida a casi 130 personas.
Unos 20 millones de visitantes llegan anualmente a esta nación norteña como parte del programa de exención de visas.
La mayoría de los atacantes en la capital francesa eran ciudadanos de Bélgica y Francia, naciones que participan en dicho programa.
Se espera que las disposiciones de la iniciativa aprobada este martes se incluyan dentro de un paquete legislativo más amplio -llamado ómnibus- con el cual se busca, entre otros medidas, autorizar los gastos gubernamentales hasta septiembre de 2016.
La votación ocurre luego que el mes pasado la Cámara baja, controlada por los republicanos, diera luz verde a un proyecto que endurece los requerimientos de admisión de refugiados sirios e iraquíes, pese a la amenaza de veto de la Casa Blanca.
La medida propone limitar la aceptación de nacionales de los países levantinos hasta tanto el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y los servicios de seguridad verifiquen los antecedentes de quienes solicitan asilo, algo que podría demorar meses e incluso años.
En su amenaza de veto, la Casa Blanca sostuvo que el plan resulta "insostenible y proporcionaría ninguna seguridad adicional para el pueblo estadounidense, en lugar de servir sólo para crear retrasos y obstáculos significativos para las personas que huyen del conflicto en Siria".
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