Once comedias, cuatro dramas y tres documentales en un año que sigue con deudas para lograr una marca cinematográfica nacional, sobre todo en los guiones, con avances técnicos y originalidad de La Gunguna.
Por José Rafael Sosa
Con un 2015 entregando sus últimas horas resulta saludable una mirada al tiempo fílmico que llevó a pantallas 17, producciones criollas y una coproducción con Puerto Rico, para revisar el camino trazado desde la gran pantalla.
Se perciben avances, deudas pendientes, arrojo y creatividad de nuevos talentos, perfeccionamientos en el aspecto técnico, grandes revelaciones, producciones que pudieron ser mejores y, más que todo, la necesidad irresuelta de consistencia en las historias, salida única para establecer la marca diferenciadora de nuestro cine ante los ojos y las pantallas del mundo.
Fueron tantas que se llegaron a exhibir os producciones dominicanas en el mismo mes, mientras que en los exhibidores se presentaban los carteles de otras por llegar, coincidencia no aconsejable porque tienden a competir unas con otras y a dividir la decisión del público cuando se decide por ver una producción local.
Han quedado en el pasado los tiempos en los cuales eran pocas las producciones criollas y una podía permanecer, condicionado a la asistencia, hasta cuatro meses en pantallas.
Las películas proyectadas comercialmente fueron:
De Campamento (Comedia/Roberto Ángel)
Los Paracaidistas (Comedia/Archie López),
Una breve historia de amor (Comedia/Alan Nadal Piantini)
El Detective Willy (Comedia/Acción/José María Cabral)
Todo Incluido (comedia/ Roberto Ángel Salcedo)
Dinero Fácil (Comedia/ Daniel Aurelio)
Tubérculo Gurmet (Comedia/Archie López)
Los Fabulosos (Comedia infantil/Carlos Manuel Plasencia)
La Gunguna (Drama /comedia/acción/Ernesto Alemany)
Algún Lugar (Drama de carretera/ Guillermo Zouain)
Pueto pa mí (Drama urbano/Iván Herrera)
Del Color de la Noche (Drama biográfico/Agliberto Meléndez)
Bestia de Cardo (Drama/Virginia Sánchez Navarro)
Ladrones (Comedia/Acción/Joe Meléndez/Alfonso Rodríguez)
Morir Soñando (Acción/ Josh Crook)
Los domirriqueños (Comedia RD/RD/Transfor Ortíz) Es un caso especial por ser de producción puertorriqueña, con participación de destacados talentos criollos y el rol de co-guionista junto a Ortiz, de Miguel Alcántara.
Documentales
Teatrografía (Patricio León),
Tú y yo (Natalia Cabral y Oriol Estrada)
República del Color (Héctor Manuel Valdez).
Las taquilleras
Cinco películas lideran la taquilla criolla con más de 150 mil boletos pagados: Pal Campamento, Todo Incluido, Pueto pa mí, Los Paracaidistas y Tubérculo Gourmet, para un predominio claro de la comedia,
La gran deuda
El aspecto más deficiente y con mayor necesidad de reconversión es el guión. El concepto tiene que ser escrito por creadores y curado por profesionales del guión (nacionales o extranjeros) que ajusten sus lineamientos, cuiden los detalles de sus parlamentos, revisen la exactitud de sus datos y eviten agresiones innecesarias al público, sobre todo al femenino, con frecuencia embestido por prejuicios y expresiones discriminatorias.
El baldón de las comedias basadas en el chiste oral, herencia muy televisiva, queda como asignatura pendiente, frente a los cual hay alentadores intentos de superación, de un humor mejor producido cinematográficamente. Este aspecto es particularmente en las comedias que se proyectan como “familiares” y que no son curadas desde una perspectiva de género.
Mientras no se atiendan estos requerimientos, las comedias de la industria seguirán siendo, calificadas de “bodrios” y se mantendrá el cuestionamiento el papel de la Ley de Cine, que necesita ya de una revisión que establezca condiciones para ofrecer sus facilidades fiscales.
Esa Ley Nacional de Cine ha cumplido un papel importante de promoción y perfeccionamiento de la industria, ha creado puestos de trabajo, generado una cualificación de los profesionales del cine.
La ley debe contemplar el garantizar la igualdad de condiciones de producción porque se dan diferencias notables: productores/directores quienes tienen asegurado un pool de patrocinadores, garantías de promoción con el tiempo adecuado, por lo cual sus costos bajan, mientras que otros tienen que apelar en cada proyecto a conquistar patrocinadores. Quienes no cuentan con los recursos que aporta estar en los medios, deben pensar en condiciones que les igualen a fin de competir en igualdad.
Los avances
El punto más brillante del año lo define un título: La Gunguna, sobre cuento de Miguel Yarull, que fue trabajado por tres años para ser guión de cine.
El secreto estuvo en el tiempo que se dieron sus productores para acometer el rodaje. Un texto socialmente comprometido y de gran aliento imaginativo, con personajes fascinantes y actuación múltiple con suficiente fuerza escénica como para haber establecido un precedente…y todos los premios que ha logrado y que seguirá obteniendo.
Hay avances en el género del humor visual de Tubérculo Gourmet (Archie López), aun cuando se manifiesta también el parlamentarismo cómico, y evidencia un buen manejo de los efectos especiales, particularmente en las escenas del juego de básquet y el final con el fuego en la vivienda.
La cualificación técnica alcanzada mediante capacitación y ejercicio profesional es una de las principales cualidades del proceso de producción cinematográfico dominicano.
La técnica de las películas dominicanas ha experimentado una notable mejoría respecto de los inicios del proceso, incluyendo fotografía, edición, iluminación, vestuario, efectos especiales y, en un lugar destacado, el diseño de arte.
Los efectos especiales han evidenciado igualmente avances, tal como se observa, por ejemplo, en Una Breve Historia de Amor, producción que debió haber merecido más público, pero en cine…nada se sabe…nada está seguro.