Puerto Príncipe, 23 dic (PL) El aplazamiento de la segunda vuelta de las presidenciales previstas para el domingo en Haití genera hoy disímiles comentarios en medios y figuras políticas haitianas.
Radio Metropole comentó que todos los actores y sectores de la política nacional sabían desde hace semanas que esta elección no ocurriría debido a la crisis causada por los cuestionados resultados de la votación del 25 de octubre.
Sin embargo, los consejeros electorales se empeñaban en hacer creer que se respetaría el calendario electoral y finalmente admitieron el aplazamiento con el argumento de que esperaban por recomendaciones de una comisión, dijo.
Esa Comisión de Evaluación Electoral (CEE), concebida por el gobierno no ha funcionado, debido a los requisitos exigidos por la Iglesia Católica, que siempre ha jugado un papel de liderazgo en la solución de crisis políticas, recordó.
Añadió que el plazo de tres días dado a la comisión para hacer su trabajo se agotó antes de inaugurar los encuentros y la incapacidad del gobierno para establecerla agudizó aún más la crisis y llevó a posponer la votación.
Para ese medio, esta situación ha llevado a un callejón sin salida al jefe de Estado, Michel Martelly; al Primer Ministro, Evans Paul; y a los actores políticos, así como a los representantes de la comunidad internacional.
La opositora Liga Alternativa por el Progreso y la Emancipación Haitiana (Lapeh), dijo por su parte que el aplazamiento de la segunda vuelta "es un paso en la buena dirección".
Lapeh, junto a otras fuerzas opositoras, exige la creación de una comisión independiente de verificación que confirme si hubo fraude en la primera vuelta electoral, algo que las autoridades desoyeron una y otra vez.
Un comunicado de esos grupos opositores reiteró que rechazan el comportamiento de las autoridades a lo largo del proceso y las responsabiliza de la crisis política generada en el país.
También hicieron un llamado al pueblo para continuar las protestas y preparar lo que viene después del 7 de febrero, cuando Martelly debe entregar el poder, y añadieron que no se plegarán a lo que consideren inaceptable.
En tanto, Martelly defendió el resultado de las elecciones y dijo que la primera ronda de octubre, cuando obtuvo más votos el candidato respaldado por el gobierno, fue reflejo genuino de la voluntad popular.
Denunció que la oposición exagera la proporción de lo acontecido en la primera vuelta y difunde rumores de fraude sólo para fortalecer su posición porque cree que esa es la única manera de alcanzar el poder.