La Habana, (PL) El incremento cada año de personas con demencia en todo el planeta ha elevado hoy la sensibilidad de muchas sociedades, así como de organismos internacionales por la pérdida progresiva de las funciones cognitivas de mujeres y hombres.
A propósito de ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce como una prioridad de salud pública a esa enfermedad de la que cada año se registran 7,7 de millones de nuevos casos.
Tanto es así que -concientizados con este grave problema- la compañía japonesa Wish Hills ideó crear un producto de uso nacional, teniendo en cuenta que en ese país casi un cuarto de la población supera los 65 años.
De esa manera, innovó los zapatos con Sistema de Posicionamiento Global (GPS), producidos para ayudar a localizar a personas mayores afectadas con la demencia, que internacionalmente lacera la vida de 47,5 millones de personas.
El calzado, bautizado como GPS Dokodemo Shoes, llevan un localizador instalado en el interior de la suela del izquierdo, que envía notificaciones cuando el anciano se aleja más de 50, 100 o 500 metros de su casa, explicó un portavoz de la entidad.
Asimismo, añadió, se muestra la posición del usuario en un mapa para que la búsqueda sea más fácil.
"Tenemos experiencia en la búsqueda de enfermos de demencia perdidos, y sabemos que este tipo de personas no andan con teléfonos móviles, ni relojes. Sin embargo, si utilizan zapatos y ésa es la clave que tenemos para ayudar a sus familiares a encontrarlos", dijo.
Por el nivel de aceptación de esta loable iniciativa, la venta de los zapatos GPS en la nación asiática tiene resultados halagüeños, destacó.
Una vez que son adquiridos, se debe configurar con los datos del usuario y de algún sistema operativo que se vaya a utilizar como mecanismo de control. Los cuidadores solo tienen que introducir el número de identificación del terminal y una contraseña para conocer la posición del paciente.
El producto se está vendiendo muy bien, principalmente entre mujeres de unos 50 años que tienen algún progenitor con demencia, celebró.
LA DEMENCIA, UN MAL EN ASCENSO
La pérdida progresiva de las funciones cognitivas debida a daños o desórdenes cerebrales es un grave problema que afecta a los seres humanos del orbe con un impacto físico, psicológico, social y económico en los cuidadores, familias y la sociedad.
Tanto es así, que entre un cinco y un ocho por ciento de la población mundial de más de 60 años sufre esta alteración que provoca incapacidad para la realización de las actividades de la vida diaria
¿Cuándo debemos preocuparnos de la cercanía de la demencia? Según los expertos, por el deterioro de las células del cerebro existen síntomas como la tendencia al olvido; pérdida de la noción del tiempo, y la desubicación espacial, incluso en lugares conocidos.
Aunque se están investigando nuevos tratamientos, lo cierto es que en la actualidad esa enfermedad no se puede curar ni revertir su evolución progresiva.
En tal sentido, los científicos insisten en la lucha contra los factores de riesgo relacionados con las enfermedades vasculares, como la diabetes, la hipertensión y la obesidad en la mediana edad, el tabaquismo y la inactividad física.
La directora general de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan, consideró durante la I Conferencia Ministerial sobre la Acción Mundial contra la Demencia, en marzo de este 2015, que hay una ola de demencia en todo el mundo.
A propósito de ello, reclamó una mayor inversión para conseguir una cura y mejorar la calidad de vida de estas personas que, al decir de los cálculos, aumentarán de 75,6 millones en 2030 a 135,5 millones en 2050.
Se estima que en la actualidad al menos 19 países cuentan con un plan nacional contra la demencia, pero la OMS cree que en ellos es necesario establecer iniciativas específicas centradas en la sensibilización sobre la enfermedad y sus factores de riesgo.
Hemos corrido tras la demencia durante mucho tiempo, afirmó Chan. Sin embargo, hay varios motivos que invitan a pensar que es posible alcanzarla y, para ello, es necesario contar con el compromiso global de todos los gobiernos, añadió.
Con el objetivo de impulsar investigaciones para mejorar el tratamiento este año se creó del primer fondo mundial contra la demencia.
La iniciativa, impulsada por los Gobiernos de Reino Unido e Irlanda del Norte y la fundación Alzheimer Research UK, cuenta con una inversión inicial de más de 100 millones de dólares.