El promedio de las pérdidas asociadas a desastres en República Dominicana se estima en US$420 millones anuales desde 1961
SANTO DOMINGO, 8 de diciembre, 2015 – Un informe realizado por el Banco Mundial y el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) con el apoyo financiero de la Unión Europea, y que fue dado a conocer en el día de hoy, destaca que los eventos climáticos extremos y otros desastres naturales tienen un impacto negativo significativo en el manejo de las finanzas públicas y propone opciones para fortalecer la protección financiera del país.
República Dominicana se posiciona como el décimo primer país más afectado por eventos climáticos entre 183 países, según el Índice de Riesgo Climático Global 2016 de Germanwatch. En este contexto, una gestión financiera proactiva del riesgo de desastres es fundamental para no tener que desviar recursos destinados a sectores de desarrollo y así poder responder adecuadamente a las necesidades de la emergencia y reconstrucción después de un desastre.
“Incluir consideraciones de gestión del riesgo de desastres en las finanzas públicas es clave para asegurar la sostenibilidad del desarrollo del país. Estamos trabajando junto con el Banco Mundial y la Unión Europea para prevenir y disminuir los riesgos y responder de manera oportuna para minimizar los costos y los impactos de desastres”, dijo Temístocles Montás, Ministro de Economía Planificación y Desarrollo. “Este diagnóstico presenta varias opciones para contribuir a la elaboración de una estrategia costo-eficiente de gestión financiera del riesgo de desastres”.
El informe “Gestión Financiera y Aseguramiento del Riesgo de Desastres en la República Dominicana” resalta que los eventos como los huracanes David y Federico del 1979 provocaron pérdidas de hasta el 16% del PIB en ese año y que si en la actualidad estos eventos ocurrieran nuevamente las pérdidas asociadas podrían llegar a ser el doble y tendrían grandes impactos negativos en la economía dominicana.
El informe sugiere tres prioridades para fortalecer la protección financiera del país ante desastres:
• Mejorar el conocimiento sobre el impacto económico de los desastres y los recursos públicos asignados en las situaciones post-desastre, mediante el desarrollo de una base de datos actualizada y comprensiva;
• Ampliar y mejorar el alcance de los instrumentos financieros existentes para enfrentar el costo de los desastres. Esto incluye: aumentar la capacidad presupuestaria post-desastre del gobierno a través de préstamos contingentes; transferir parte del riesgo soberano fortaleciendo el aseguramiento de los activos públicos; promover el aseguramiento catastrófico del sector privado y viviendas;
• Más allá del desarrollo de los instrumentos financieros, el informe también subraya la necesidad de desarrollar un marco estratégico integral para la gestión financiera del riesgo de desastres.
El informe ha sido preparado con el apoyo financiero de la Unión Europea en el marco del programa ACP-UE de Reducción de Riesgo de Desastres naturales, administrado por el Fondo Mundial para la Reducción y Recuperación de Desastres Naturales (GFDRR).