San Juan, 2 ene (PL) Las graves heridas que padece el pueblo puertorriqueño no sanarán ni con dádivas, ni con promesas ni con elecciones cada cuatro años, afirmó hoy el arzobispo metropolitano de San Juan, Roberto González Nieves.
El prelado católico manifestó en su homilía con motivo de la llegada de 2016 que "más que un nuevo año, tratemos de comenzar un nuevo Puerto Rico, una refundación de nuestra Patria".
"Puerto Rico tiene graves heridas que no se pueden sanar ni con eslogan ni con dádivas ni con promesas ni con elecciones cada cuatro años; somos un pueblo herido espiritual, social, cultural y económica y políticamente", subrayó González Nieves.
El arzobispo expuso que este año lo recibimos con alegría, con mucha esperanza, con anhelos, con renovadas metas y resoluciones, y también con algunos temores.
"Todos sabemos que no es el nacimiento de un nuevo año lo que cambia las cosas o el destino, sino son las nuevas actitudes, los nuevos estilos de comportarnos como personas, como familias y como pueblo, las nuevas formas de gobernarnos, de utilizar nuestros recursos, de tratar a nuestros ancianos y de mirar a nuestros pobres y a los más necesitados", detalló el religioso.
González Nieves expresó ante una atestada Catedral de San Juan que los puertorriqueños no deben permitir que las diferencias políticas los dividan sino que sean motivo para crecer en el respeto mutuo y el propósito de servir al bien común.
Llamó a cimentar un nuevo Puerto Rico, cuyas esperanzas no estén cimentadas en los gobiernos de turno, ni en las múltiples fórmulas de estatus que se presentan como la tierra prometida; tampoco nuestras esperanzas deben estar centradas en cuántas promesas electorales nos hagan ni en cuantos aumentos en ayudas (de Estados Unidos) se le asignen a Puerto Rico, apuntó.
"El año que acaba de transcurrir nos ha azotado muy duro, pues ha sido uno de grandes desafíos, de más desigualdad, de más cargas para los pobres, de grandes incertidumbres económicas, sociales, políticas, jurídicas e ideológicas, de nuevos casos de corrupción; no nos podemos desanimar ni resignar por los pesares", precisó al instar a reforzar la fe cristiana.
to/nrm