Santo Domingo Este.-Un hombre fue ultimado de un disparo por un raso de la Policía Nacional a quien intentó asaltar, cuando el agente se encontraba junto a su novia abasteciendo su vehículo en una envasadora de gas ubicada en el sector Los Ángeles, kilómetro 13 de la autopista Duarte, en el Santo Domingo Oeste.
La Policía identificó al presunto asaltante muerto como Iluminado Irrizarry Rodríguez (Erick), de 20 años, quien murió a causa de herida por proyectil de arma de fuego con entrada y salida en el hemitórax y salida en la región dorsal, según certificó el médico legista actuante.
Dicha herida mortal se la ocasionó el raso policial Sandro de Jesús Suero Alemán, de 24 años, con su arma de reglamento la pistola marca Taurus, calibre 9mm, TCU52968.
Según declaró el raso De Jesús Suero Alemán a los investigadores del caso, él se encontraba abasteciendo su carro marca Honda Civic en la citada envasadora de gas, junto a su novia Clemencia Manzueta Valerio (Rosa), de 34 años, quien se desmontó del vehículo para enviar unas fotos desde su celular, mientras terminaba el proceso de suministro de combustible.
Fue entonces cuando el alistado vio dos hombres a bordo de una motocicleta marca Suzuki, de otros datos que se investigan, y Rodríguez (Erick) se desmontó, se le acercó a su novia diciéndole que se trataba de un asalto y la despojó de su celular.
En ese momento se originó un forcejeo entre la joven y el asaltante, donde el primero le propinó un puñetazo en el costado derecho para quitársela de encima, al tiempo que haló la pistola marca S&W, calibre 9mm, No.TBV4984, la cual portaba de manera ilegal, con la cual la encañonó.
El alistado manifestó que haló su arma de reglamento, identificándose como agente policial, sin embargo, éste último hizo caso omiso, por lo que hizo uso de la misma.
La versión ofrecida por el agente policial fue corroborada por dos bomberos de la estación de gas donde ocurrió el hecho.
En la escena se encontraron manchas de sangre, así como el celular de la novia del raso, y otro que se encontraba en uno de los bolsillos del asaltante muerto.
Las armas, al igual que el agente policial, están bajo el control del Ministerio Público, mientras el cadáver fue enviado al Instituto Nacional de Patología Forense para los fines legales correspondientes.