Puerto Príncipe, Haití.-El 12 de enero del 2010 Haití fue estremecido por un potente terremoto que devastó a Puerto Príncipe y en el que murieron más de 200 mil personas y otros millares de heridos. Casas y edificios colapsaron con sus ocupantes dentro.
Las familias que quedaron vivas, quedaron sin casas. Las vías se tornaron intransistables y el mundo se volcó en solidaridad con el pueblo haitiano.
El gobierno de Michel Martelly ha declarado esta fecha, 12 de enero, como Día de la Memoria y Reflexión, dedicada a las víctimas de esa catástrofe.
Por tal declaratoria, la bandera nacional estará a media asta, no habrá actividades oficiales, las discotecas permanecerán cerradas y las estaciones de radio y televisión deben transmitir una programación apropiada, indica un despacho de Prensa Latina.
El recuerdo y la reflexión deben invitar a fortalecer el espíritu solidario que animó a todos los haitianos durante el desastre y valorar la necesidad de unirse para avanzar hacia el desarrollo sostenible, dijo.
También se supo que habrá eventos culturales para recordar a las víctimas, tales como exposiciones fotográficas, obras de teatro y conferencias populares en torno al tema.
Esas actividades han sido organizadas por el Círculo de Estudios de Literatura Gramsciana, el Movimiento por la libertad, igualdad y fraternidad de los haitianos y el Movimiento Democrático Popular.
Además hay actividades promovidas por organizaciones no gubernamentales vinculadas al programa de la Unión Europea de apoyo a la reconstrucción y el desarrollo de los barrios.
La Facultad de Humanidades de la Universidad de Haití se adelantó en un día y el lunes efectuó una vigilia patriótica esperando el aniversario de esa catástrofe.
Esta recordación transcurre en medio de una crisis política sin precedentes agudizada por denuncias de fraudes en las elecciones parlamentarias y municipales del 9 de agosto y presidenciales del 25 de octubre.
Ha sido precedido por manifestaciones que exigen la renuncia del tribunal electoral y la anulación del proceso electivo que el gobierno aspira a concluir con una segunda vuelta de las presidenciales, el 24 de enero.
En ese marco, el llamado a la unidad formulado por Dupuy contrasta mucho con la exhortación de los ocho candidatos presidenciales opositores conocidos como el G-8.
En un comunicado, el G-8 reiteró su apoyo a las manifestaciones populares pacíficas organizadas en todo el país para forzar al poder ejecutivo y al tribunal electoral a respetar el voto popular.