Por Diego Arguedas Ortiz/IPS
SAN JOSÉ, 13 Ene 2016 (IPS) – Tras casi dos meses de espera, un grupo de 180 migrantes cubanos, de los casi 8.000 varados en Costa Rica en su tránsito hacia Estados Unidos continuaron el camino hacia su destino, luego de un complicado proceso diplomático y logístico que involucró a varios países del área.
Un primer vuelo chárter de prueba despegó hacia la capital de El Salvador la noche de este martes 12 desde el aeropuerto Daniel Oduber, en la ciudad de Liberia, en la noroccidental provincia de Guanacaste, desde donde proseguirán por tierra su camino hacia Guatemala y de ahí a la frontera con México.
"Lo que se ha acordado con los países es un viaje piloto, una prueba inicial del éxito de esa experiencia que estamos convencidos de que, gracias al esfuerzo y al detalle que se la ha puesto, será exitosa", resumió el ministro de Relaciones Exteriores local, Manuel González.
El canciller explicó que tras esta primera prueba, los países de la región se encontrarán antes del 18 de este mes para determinar qué procede hacer y si se continúa el proceso con el resto de los ciudadanos cubanos que comenzaron a represarse en la frontera de Costa Rica con Nicaragua desde noviembre.
Cuando los responsables del operativo nocturno llamaban por megáfono a los 180 pasajeros en los albergues se respondía con vítores y aplausos. Poco después los viajeros, ataviados con ropas ligeras y pequeños equipajes, llegaron al aeropuerto, alguno portando una bandera de Estados Unidos y otros con camisetas con el logo "Pura vida", el lema que identifica a los costarricenses.
La Organización Mundial para las Migraciones (OIM) facilitó la logística para que un operador comercial ofreciera el "paquete" de viaje, tras un esfuerzo diplomático que involucró, además de a Costa Rica, a El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Panamá.
González enfatizó que los países centroamericanos tienen poca experiencia en este tipo de traslados y por eso se promovió el apoyo de la OIM y "se está buscando todo lo que puede ser previsible por expertos, gente que se dedica comercialmente a esto".
Oficialmente, 7.802 migrantes cubanos se encuentran varados en Costa Rica, algunos desde el 14 de noviembre y buscan ampararse en la Ley de Ajuste Cubano y la política conocida como "pies secos, pies mojados" que otorga residencia automática a los ciudadanos de la isla que pisen su territorio.
"Yo busco el sueño americano", explicó una de las viajeras, la joven secretaria Yumiley Díaz.
"Dejé un bebé de un año en Cuba, estoy loca por llegar a Estados Unidos y traérmelo. Estados Unidos me da esa posibilidad. Una vez que esté legal allá, lo puedo reclamar", explicó la joven, quien viaja con su esposo a la ciudad de Tampa, en la costa oeste del estado de Florida.
Tras recibir permisos temporales de tránsito del gobierno costarricense, los ciudadanos del país insular caribeño encontraron resistencia en el límite con Nicaragua, que cerró su frontera y les negó el paso, lo que forzó a establecer un puente aéreo para soslayar el territorio del país vecino.
La mayoría de los cubanos bloqueados espera en el norte de Costa Rica, instalados en albergues establecidos por las autoridades locales, que reportan 5.298 personas en estos refugios. Desde el 18 de diciembre, el país dejó de emitir estas visas especiales que permiten tránsito abierto y por eso algunos no son ubicables.
Ahora, los migrantes tienen la opción de continuar su camino hacia el norte, pero por aire para solventar el bloqueo del gobierno de Managua, en una "solución forzada", según explicó Carlos Cascante, director de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Costa Rica.
La crisis migratoria reveló las carencias del Sistema de la Integración Centroamericana que falló en encontrarle una salida, lo que "habla mal del proceso de integración regional", explicó el experto a IPS. También obligó a Costa Rica a retirarse de su mesa política para presionar hacia acuerdos bilaterales.
El académico consideró que las acciones del gobierno nicaragüenses revelan un interés de "desviar la atención de críticas" internas por las complicaciones en su proyecto de construir un Gran Canal de Nicaragua, cuando en noviembre de este año habrá elecciones generales en el país.
El vuelo piloto despegó poco después de las 22:00 horas (4:00 GMT del miércoles 13) del aeropuerto Daniel Oduber, a 210 kilómetros al noroeste de San José, hacia el aeropuerto Oscar Romero de San Salvador, desde donde los 180 viajeros continuarán por tierra hasta la frontera entre Guatemala y México.
"No es solo un tiquete de avión, es un paquete que incluye salir del albergue y llegar a la frontera entre Guatemala y México", apuntó el canciller costarricense.
Todos los países en el tránsito hacia Estados Unidos exigen visas a los ciudadanos cubanos, por lo que estos no podían abordar un avión comercial. Guatemala instaló un consulado especial para atender a los migrantes en Liberia.
Fueron los propios cubanos quienes pagaron los 555 dólares del boleto aéreo, los traslados, impuestos de salida, alimentación y un seguro médico, según explicó el jefe de misión de la OIM en Costa Rica, Roeland de Wilde.
Los menores de 13 años gozarán de una tarifa preferencial, aunque solo adultos viajaron en el vuelo de prueba.
"Estos migrantes cubanos que están en Costa Rica de manera regular son migrantes voluntarios económicos. Empezaron este largo viaje con sus propios recursos y lo seguirán con sus propios recursos económicos", apuntó el representante de la OIM.
Una vez en tierras mexicanas, las autoridades de ese país pondrán en práctica sus propias medidas para agilizar el paso hacia el norte.
"México procesará la información de estas personas, le entregará una nota donde les concede un plazo de 20 días para regularizar su situación o para abandonar el país. Plazo suficiente para llegar a la frontera con Estados Unidos", concluyó de Wilde.
Esta enrevesada ruta de los migrantes cubanos hacia Estados Unidos comienza con un vuelo desde Cuba hacia Ecuador, que hasta finales del año pasado otorgaba una visa de turismo de tres meses sin necesidad de carta de invitación, en una apertura excepcional a los ciudadanos de ese país dentro de un contexto internacional restrictivo para los ciudadanos de la isla.
A partir de ahí, los cubanos tienen que recorrer varios miles de kilómetros por mar y tierra para llegar a la frontera sur estadounidense, muchas veces pagando a redes de tráfico de personas, lo que invisibilizaba su paso por el istmo centroamericano.
Todo cambió cuando las autoridades costarricenses desarticularon una red de tráfico el 10 de noviembre y esto reveló el fenómeno migratorio que pasa por América Central en su actual magnitud.
Sin embargo, la solución está todavía lejos. Tras este primer viaje quedan más de 7.600 migrantes en suelo costarricense, según los registros de visas de la Dirección de Migración y Extranjería del país.
Los cubanos que ansían migrar a Estados Unidos incrementaron el uso de la llamada ruta ecuatoriana por el temor de que la ley de Ajuste estadounidense se elimine o limite a medida que se profundice el deshielo entre La Habana y Washington, iniciado en diciembre de 2014 y que ya incluyó el restablecimiento pleno de relaciones diplomáticas bilaterales.
Entre octubre de 2014 y el 1 de diciembre de 2015, las autoridades ecuatorianas permitieron el arribo de ciudadanos cubanos al país sin necesidad de tener una invitación especial, un requisito que fue restablecido tras la crisis migratoria surgida en la frontera costarricense-nicaragüense.
Editado por Estrella Gutiérrez
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