La vacuna de Sanofi se elabora con el denominado virus quimérico. En su envoltorio se pusieron estructuras del virus del dengue, pero en su interior se aloja el virus de la fiebre amarilla.
Por Karina Toledo|Agência FAPESP, 14 de enero 2016. – Un estudio brasileño dado a conocer en la revista Virology demostró que la inmunidad celular –mediada por los linfocitos T– es tan importante o más en el control de la infección por el virus del dengue que la inmunidad mediada por anticuerpos.
Según los autores, esta nueva evidencia puede tener impacto en el proceso de elección de la vacuna más adecuada para las políticas públicas de inmunización.
De acuerdo con la explicación del investigador Luís Carlos de Souza Ferreira, responsable del Laboratorio de Desarrollo de Vacunas –del Departamento de Microbiología del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de São Paulo (ICB-USP)–, cualquier tipo de infección viral estimula dos tipos de respuesta inmunológica en humanos: la producción de anticuerpos específicos para reconocer estructuras existentes en la superficie del virus y la activación de linfocitos T citotóxicos (CD4 y, fundamentalmente, CD8), que reconocen y destruyen las células del propio organismo infectadas por el patógeno.
La vacuna contra el dengue del laboratorio Sanofi Pasteur, que ya se encuentra disponible, se elaboró con el virus de la fiebre amarilla modificado. Es capaz de inducir la producción de anticuerpos contra el virus del dengue, pero la inmunidad celular que genera es contra el virus vacunal de la fiebre amarilla.
“La vacuna de Sanofi se elabora con el denominado virus quimérico. En su envoltorio se pusieron estructuras del virus del dengue, pero en su interior se aloja el virus de la fiebre amarilla. El tema es que los linfocitos citotóxicos reconocen preferentemente a las proteínas expresadas por el virus sólo durante su multiplicación dentro de la célula infectada, pero que no están presentes en la partícula viral”, explicó De Souza Ferreira.
En tanto, la vacuna del Instituto Butantan, que acaba de recibir el aval de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) para entrar en la tercera etapa de ensayos clínicos, se desarrolló con el virus del dengue atenuado. Por lo tanto, induce ambos tipos de respuesta inmunológica contra el dengue.
“Brasil se encuentra actualmente ante la disyuntiva de adoptar la vacuna del laboratorio Sanofi Pasteur o aguardar la conclusión de los ensayos clínicos del inmunizante que está en desarrollo en el Instituto Butantan. Pero solamente la vacuna brasileña, elaborada en colaboración con los Institutos de Salud de Estados Unidos, es capaz de inducir la inmunidad celular contra el dengue, que, tal como demostramos, resulta fundamental”, afirmó De Souza Ferreira.
La metodología
Los experimentos que aparecen descritos en el artículo de la revista Virology se llevaron a cabo con un modelo animal durante el posdoctorado de Jaime Henrique Amorim, con el apoyo de la FAPESP y en colaboración con el Instituto de Medicina Tropical de la USP.
Inicialmente, los científicos inocularon en ratones –por vía intracraneal– una cepa del serotipo 2 del virus del dengue (DENV-2) conocida como ACS46, capaz de inducir respuestas inmunológicas sin que los animales se enfermen.
Luego de ese procedimiento de “inmunización”, el mismo grupo de roedores fue desafiado con un aislado más agresivo del DENV-2, conocido como JHA1, el cual incluso en pequeñas cantidades es capaz de matar a los animales. Sin embargo, todos los ratones sobrevivieron gracias a la protección que les confirió la exposición previa al virus.
“Este método de inoculación intracraneal se utiliza bastante en laboratorios de todo el mundo en pruebas de propagación viral”, comentó de Souza Ferreira.
El siguiente paso consistió en aislar los anticuerpos que se generaron en los animales expuestos a la cepa no letal del virus y transferírselos a otro grupo de roedores que nunca habían tenido contacto con el DENV-2.
“Efectuamos este procedimiento hasta que el nivel de anticuerpos en la sangre de los animales no expuestos al virus fuese equivalente al del grupo expuesto a la cepa ACS46. Luego concretamos el desafío con el aislado agresivo del DENV-2 y todos los animales murieron”, comentó De Souza Ferreira.
En un segundo experimento, los investigadores destruyeron los linfocitos T CD4+ y T CD8+ generados en el grupo de ratones previamente expuesto al virus no letal. Para ello utilizaron anticuerpos específicos contra esas células de defensa. Entonces se desafió a los animales con la cepa agresiva del DENV-2 y prácticamente todos murieron.
“Este resultado nos llevó a la conclusión de que, al menos en ese modelo experimental, la respuesta mediada por linfocitos T es tan importante o más que la respuesta inmune mediada por anticuerpos. Esto sugiere que la vacuna del Instituto Butantan sería la más adecuada para proteger a la población”, afirmó De Souza Ferreira.
La tercera etapa de ensayos clínicos de la vacuna contra el dengue del Instituto Butantan, que se extenderá durante alrededor de un año estimativamente, contará con la participación de 17 mil voluntarios, distribuidos en tres grupos etarios: niños de 2 a 6 años, niños y adolescentes entre 7 y 17 años y adultos de 18 a 59 años. El objetivo será comprobar la eficacia del inmunizante para proteger contra los cuatro subtipos del virus. Este proyecto contó con el apoyo de la FAPESP en su etapa inicial.
Puede leerse el artículo intitulado Antibodies are not required to a protective immune response against dengue virus elicited in a mouse encephalitis model (doi: 10.1016/j.virol.2015.10.006), en la siguiente dirección: www.sciencedirect.com/science/article/pii/S004268221500433X.
El otro lado
Mediante una nota, el laboratorio Sanofi Pasteur informó que la vacuna que produce “induce a respuesta celular y humoral, y lleva a la formación de anticuerpos serotipo-específicos, tal como quedó demostrado en un estudio científico en el cual se evaluó la acción de la vacuna en humanos, publicado recientemente en la conceptuada revista científica Nature”.
La empresa hizo hincapié también en que el estudio de Virology fue “experimental, realizado en animales, y sus resultados no pueden extrapolarse a conclusiones sobre su eficacia en humanos”.
“Resulta importante subrayar que los estudios de eficacia en humanos, obligatorios para el registro de una vacuna contra el dengue, sólo se realizaron en Sanofi Pasteur. La respuesta celular puede contribuir en la mejora de la respuesta a la enfermedad, pero no previene infecciones, lo cual es papel de los anticuerpos, que deben ser específicos. Sanofi Pasteur ha comprobado la presencia de anticuerpos específicos contra los virus del dengue y ha demostrado la calidad de los mismos a través de respuestas definitivas de eficacia y serotipo”, añadió.