Sin exageración esa pregunta estarla siendo formulada por la venidera generación de jóvenes en el mundo ante el indiscutible crecimiento que diariamente experimenta la tecnología y sus componentes de las redes sociales.
Sería una especie de “sustitución” de los espacios físicos de las escuelas tradicionales por inmensas unidades tecnológicas y las proyecciones audiovisuales de contenidos diversos y de informaciones inimaginables por las viejas generaciones humanas.
La escuela en el mundo cada vez disminuye su tradicional influencia que ejerció por siglos para dar paso a las poderosas Redes Sociales que continuamente ejercen su avasallante penetración para dominar mentes, actuaciones y forma de comportamiento de la colectividad.
Están entre nosotros cada vez más cerca y en los hogares, oficinas, automóviles o en cualquier espacio público y privado donde la señal del Wifi tenga receptividad.
Lógicamente, no se trata de la desaparición definitiva de las escuelas porque siempre tendrán que existir ya sea para institucionalizar el nivel de aprendizaje de un estudiante o como estructura de servicios de la sociedad.
La visualización de los mensajes se ha enriquecido a través del tiempo y con una incidencia formidablemente penetrante en la psiquis humana de una enorme cantidad de información, capaz de “reemplazar” hasta cierto punto la presencia física del maestro en el aula.
Cada vez más el estudiante se auxilia de la tecnología para cumplir con su responsabilidad académica y ello ocurre mayormente en naciones desarrolladas donde el impacto tecnológico abarca a casi la generalidad de la población.
Todavía en muchos países subdesarrollados el uso del computador sigue siendo algo privilegiado para segmentos poblacionales que tienen las posibilidades de adquirir esa herramienta.
¿Cuáles contenidos debemos buscar en la Internet?
La realidad virtual es un espacio mágico que separa la vida real de un individuo y del colectivo de la sociedad, cuyo fin es presentarnos nuevos esquemas de convivencia social en los que las limitaciones, pobrezas, insatisfacciones, necesidades, aspiraciones, rebeldías y sueños quedan relegadas.
Frecuentemente vemos imágenes en la Internet relativa al bienestar económico de naciones como Estados Unidos, Alemania, Suiza, Inglaterra o Francia que contrastan con los esquemas de pobreza y limitaciones de la juventud de los países del tercer mundo.
Todos debemos esforzarnos para que tengamos mejores ilustraciones y adecuados temas que permitan construir un mundo más equitativo, justo y participativo.
Y desde esa visión preocuparnos por alcanzar progresivamente un espacio social donde predomine el crecimiento humano y las oportunidades para los jóvenes que legítimamente aspiran transformar los viejos esquemas de la sociedad. A saber:
-Trabajar para que la Internet sea más proactivo en la construcción de un mundo donde predomine la felicidad y no la tragedia.
-Transmitir informaciones científicas que orienten a la población sobre las medidas preventivas para tener mejor salud y educación.
-Edificación de un universo de armonía, solidaridad, comprensión y amor entre la humanidad.
-Eliminación de los contenidos de violencia, armamentismo, narcisismo, segregación y destrucción.
-Concientización a la ciudadanía para preservar nuestros árboles, ríos y mares porque son fundamentales en la vida de las especies humanas y animales.
-Preservación de nuestra cultura, música y valores auténticos que representan la identidad nacional.
-Fortalecer la fe espiritual entre nuestros hijos para evitar que caigan en las garras de la drogadicción y el alcoholismo.
El austriaco Ivan Illich, en su libro “Sociedad Sin Escuela” anticipa los cambios sociales que ha experimentado la sociedad a partir de la incorporación de las tecnologías en nuestro diario vivir así como la necesidad de que la escuela tradicional remueva sus programas de enseñanza.
Muchos estudiantes latinoamericanos ven la Internet como un paso para lograr nuevos estilos de vida, de adquirir los hábitos y el consumismo de los países industrializados. Sin embargo, pierden de vista su propia realidad histórica, social y económica.
En consecuencia, en un mercado laboral cada vez más competitivo los niveles educacionales avanzados que obtengan nuestros jóvenes serán determinantes para trascender. Es esencial entonces, el dominio de los idiomas que predominan el mercado, como inglés, francés y mandarín.
Es loable que en República Dominicana las autoridades estén haciendo los esfuerzos encaminados a fortalecer el sistema educativo no tan solo con la edificación de treinta mil nuevas aulas, sino igualmente con su equipamiento y mayores facilidades técnicas y salariales a los docentes.
La población debe valorar esa acción y empoderarse de los centros educativos esparcidos a nivel nacional, y por medio a las Asociaciones de Padres y Amigos de las Escuelas cuidarlas para evitar que intrusos penetren a su interior a cargar con los bienes de toda la sociedad.
Luchemos por un mejor Internet
Esta innovadora tecnología creada por el científico británico de la computación, John Berners-Lee, considerado el padre de la Web, llegó para quedarse entre la humanidad y por tanto, merece y debe ser mejorada, especialmente en sus argumentos y propósitos.
Pero ¿qué predomina en la sociedad digital actual?
-Los discursos light y sin contenidos.
-Palabras que no cuestionan la descomposición social.
-Sumisión ante el poder oficial y privado.
-Individualidad e indiferencia ante los males que nos aquejan.
-El dominio del Estado y las estructuras empresariales.
-La vanidad de proyectar una foto distante de nuestra propia realidad socioeconómica.
-Morbosidad y exhibicionismo sexual.
-Imágenes de guerras y conflictos sociales convertidas en telenovelas.
-La caricaturización de la pobreza como algo irremediable.
-Explotación humana como expresión divina.
-Deshumanización e individualización generalizada.
-La perversidad y criminalidad de personajes como “El Chapo” Guzmán convertida en historieta novelesca y farandulera.
Articulo de Manuel Díaz Aponte
Domingo, 17 de enero del 2016
San Pedro de Macorís, RD