Decidir que persona es candidato en un partido es un asunto político y no legal. O para ser más preciso, la única posibilidad de éxito que tiene un acto de ese tipo es si escoge el camino político, porque el legal es un arma de doble filo.
Es probable que sea esta la situación de Rafael Suberví Bonilla al acudir a Tribunal Superior Electoral (TSE) a reclamar un derecho que debió decidirse en el seno del Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Ahora que ese tribunal lo ha favorecido y que el PRM dice que no lo acepta, Suberví Bonilla está atrapado en un asunto legal de alto riesgo para él. Lo primero es que quien debe inscribirlo ante la Junta Central Electoral (JCE) es el PRM y no está claro en la ley hasta que punto podría obligarse a ese partido a ejecutar ante ese organismo la sentencia del TSE.
¿Que sucedería si el PRM acepta la decisión legal, pero no apoya políticamente su candidatura a la alcaldía del Distrito Nacional? El resultado sería catastrófico para el veterano político, varias veces síndico del Distrito Nacional.
Por acudir al TSE a resolver los problemas que debieron dirimir internamente fue que el PRD llegó al punto en que está, que se ha visto precisado a aliarse al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) para, de acuerdo a analistas, sobrevivir al desgaste provocado por esas decisiones.
Fello, aun está a tiempo de recapacitar y reorientar el sendero, acogiendo que se seleccione al candidato mediante encuesta o a través de primarias.