El día 21 de enero, día de nuestra Señora de la Altagracia, La Sociedad General de Autores, Editores y Compositores Dominicanos de Música (Sgacedom), llevará a cabo el proceso electoral que marcan sus estatutos y la ley 65-00 sobre derecho de autor. En el sistema democrático los procesos electorales constituyen una fiesta de la democracia del pueblo y para el pueblo. Es el momento en que cada fracción de soberanía poseía por cada ser humano ejerce el poder que le otorgan las urnas para emitir su opinión directa, libre y secreta sobre los asuntos que les incumben.
Con mucho dicha expresión es un slogan pero en el caso de la Sgacedom no lo es, es más bien una realidad pues ahí se ha logrado unificar al sector de los autores, al de los editores y a toda la familia de compositores y personas profesionales de la industria cultural de la música. Luego de un proceso tortuoso en el cual el Estado por intermedio de la Oficina Nacional de Derecho de Autor (ONDA) y del Ministerio de Cultura, debieron intervenir, la Sociedad de Gestión Colectiva de Derecho de Autor, encabezada por Alejandro Martínez, ha conseguido el milagro de la unificación, la estabilidad y el crecimiento.
Ahora que el país posee una Constitución que proclama que el nuestro es un Estado Social, es una buena noticia toda información que hable de que sectores que antes permanecían sin derechos y sin poder ejercitar y dirigir lo que les pertenece, puedan hacerlo. Que existan repartos periódicos de dinero y facilidades para colocar sus obras musicales en los mercados nacional e internacional.
No nos cabe duda de que el certamen electoral de Sgacedom concluirá de manera exitoso, allí el sufragio universal será una fiesta donde todos los miembros/as con derecho a votar, ejercerán el primero de todos los derechos de la democracia: elegir y ser elegidos. Este ejercicio democrático será modelo incluso para los partidos políticos, para los sindicatos y para otros gremios profesionales donde (lamentablemente) el escandalo caracteriza sus procesos electorales. En el caso de la Sgacedom es obvio que se ha superado el periodo de la diatriba y se ha entrado al periodo de la estabilidad, del crecimiento, de la armonía.
La comunidad internacional relacionada con La Confederación Internacional de Sociedades de Gestión Colectiva (Cisac) y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), será testigos, por intermedio de los observadores que al efecto nos visitarán de lo bien que marchan los asuntos autorales en la República Dominicana. Pues a cada quien le está llegando lo suyo, es decir los miembros y socios notan como cada día las recaudaciones por concepto de ejecución pública de música en la República Dominicana, es repartido correctamente entre compositores nacionales y extranjeros. Esa pulcritud en el manejo de los recursos recaudados es lo que ha generado la confianza que hoy se respira en Sgacedom.
En esta fiesta de la democracia y de los autores de música merecen mención los usuarios que con su paga oportuna hacen posible los frecuentes repartos. Falta mucho por hacer pero se marcha por la senda correcta y, de más en más, crece la industria cultural teniendo como buque insignia a nuestro compositores de obras musicales y artísticas.
Como honrar honra, es de justicia el que Sgacedom dedique su presente proceso al luchador y maestro del arte popular dominicano Fernando Echavarría ido a destiempo el pasado año, pues no solo fue un gran artista sino una de las columnas sobre la que se sostiene el actual rumbo de la Sgacedom. Estamos de acuerdo con aquellos que entienden que no solo a los que mueren se les debe reconocer su valía, pero también corroboro la posición de los que entienden que morir no significa olvido, por tanto, creo de lugar el que las presentes elecciones en Sgacedom, sean dedicadas a unos de sus más desinteresados propulsores. Este hombre puso siempre su talento y su casa al servicio de la unidad de los autores y compositores dominicanos de música. Ya el cursante año hizo que otro grande de la música partiera, en su momento también habrá de llegar reconocimiento para Pachy Carrasco. DLH-19-1-2016