Mecanismos contra el cambio climático pueden aprovecharse para recuperar la caficultura nacional.
SANTO DOMINGO.- El vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático y el Mecanismo de Desarrollo Limpio (CNCCMDL), Omar Ramírez Tejada, abogó por una alianza público privada para enfrentar los problemas que afectan la caficultura nacional, entre los que se encuentra el cambio climático.
El funcionario planteó que la estrategia de recuperación de ese sector puede encontrar en el cambio climático una nueva fuente de financiamiento, que no está tradicionalmente consignada a nivel nacional ni internacional.
Refirió que uno de los mecanismos que se discuten, que puede ser aplicado al sector de la caficultura, es el de Pérdidas y Daños o Mecanismo de Varsovia, que se refiere a cómo compensar a un productor cuando es afectado por un fenómeno natural asociado al cambio climático, como sería una sequía prolongada, una tormenta o un huracán.
“Actualmente, cuando ese fenómeno pasa es el propio agricultor quien paga los daños. Se plantea que haya un seguro climático para que el riesgo de cada agricultor sea transferible a ese mecanismo y pueda ser compensado, porque el agricultor no fue quien causó ese fenómeno. Ese es uno de los temas que quedó pendiente en el Acuerdo de París sobre Cambio Climático. Se trata de una compensación, no de un financiamiento”, precisó.
Dijo que se discute cómo a partir de la banca multilateral, como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, pueden ser transferibles recursos para que la banca nacional asuma ese riesgo, lo que sería una conquista en favor de los agricultores dominicanos.
Ramírez Tejada se refirió en esos términos al participar como expositor en el Seminario Nacional sobre una Estrategia de Recuperación de la Caficultura como medio de vida y de gestión del cambio climático en República Dominicana, organizado por la Confederación Cafetalera Dominicana (CONCAFED) con los auspicios del Instituto de Desarrollo de la Economía Asociativa (IDEAC), el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), el Consejo Dominicano del Café (CODOCAFE), OXFAM y el Grupo de Voluntariado Civil (GCV).
El vicepresidente ejecutivo del CNCCMDL informó que si bien el sector agropecuario nacional aporta el 20 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero del país, hay posibilidades de reducir esas emisiones a través de acciones en un renglón tan importante para el desarrollo nacional como el caficultor, cuya actividad se desarrolla en zonas localizadas por encima de los 500 metros sobre el nivel del mar, donde se encuentra el segmento más empobrecido de la población dominicana. “Y si ustedes no producen, esos pobres no van a cambiar nunca su estatus social”, indicó.
Sostuvo que la plantación de café es ideal para reforestar en las zonas montañosas del país, y llamó la atención sobre el hecho de que a pesar de ello, y de que desde 1996 en el país se ha venido incrementando la cobertura boscosa debido a trabajos de reforestación masiva, las áreas plantadas de café han ido disminuyendo sustancialmente producto de enfermedades como la roya y la broca, que se exacerban con el incremento de las temperaturas y por sequías prolongadas, lo que merma su productividad.
Ramírez Tejada dijo que el café también está siendo afectado por la disminución de las lluvias y por un incremento de hasta 3 grados Celsius en las temperaturas. “Bajo esas condiciones al café solo le que queda subir (plantarse a una mayor altura), pero el país tiene un techo y el país tiene también otros usos de suelo sobre las montañas. Ese es el gran debate que tenemos que darnos, qué debemos de sembrar y cómo. Tenemos una responsabilidad internacional de mantener la biodiversidad y los servicios que se derivan de esos ecosistemas, para beneficio de nosotros y de las generaciones futuras.
Debemos trabajar en un plan de ordenamiento territorial que priorice las zonas montañosas”, puntualizó.
24 de enero de 2015.