Consumers International ha escogido como tema central para 2016, con miras al día internacional del consumidor: ¡antibióticos fuera del Menú! El objeto de la escogencia de este tema consiste en advertir a las compañías de comida rápida que deben establecer un protocolo de compromiso mundial para detener la venta de carne de animales que hayan sido habitualmente tratados con antibióticos destinados a los seres humanos.
La importancia del asunto reside en que se trata de un problema que nos afecta a todos y todas en tanto y cuanto consumidores, en razón de que el consumo de comida rápida se ha extendido y continúa extendiéndose en el mundo producto del modelo de sociedad que ha escogido la humanidad consistente en jornadas de trabajo que no dejan espacio a la vida familiar lo que obliga a los consumidores a alimentarse fuera del hogar y de manera rápida.
De ahí la expresión. Pero sucede que la calidad de esa comida está afectada por un sinnúmero de situaciones complejas y dañinas para la salud humana. Por tanto, se requiere de una acción urgente que ponga a los consumidores en alerta y que les permita tomar decisiones conscientes y favorables al sostenimiento de una salud adecuada. Pues el empleo excesivo de antibióticos en animales que luego constituyen alimento para humanos, amenaza con llevarnos a una época en que muchos medicamentos importantes ya no se podrán usar para tratar infecciones y enfermedades debido a su empleo en animales de consumo humano. Pese a ello resulta que los antibióticos se siguen utilizando en grandes cantidades para producir nuestros alimentos. Es lo que debemos detener, de ahí la alerta que realiza Consumers International en el cursante año donde sugiere a todos los consumidores del mundo, como a las organizaciones de defensa del consumidor, que asuman dicha tarea por el bien de la humanidad.
Esto es, siendo los consumidores el segmento mayoritario de la humanidad, por no decir la totalidad, sus vanguardias deben asumir la tarea de evitar que las empresas continúen haciendo un uso inadecuado de antibióticos en animales de consumo humano.
La República Dominicana si bien cuenta con una legislación que permite ciertos controles carece de la capacidad institucional para hacer que la misma se cumpla satisfactoriamente. De ahí la necesidad de que el movimiento consumerista nacional y los y las consumidores todos, asuman la tarea que propone la Consumers International.
La propia ley de los consumidores dominicanos, la No. 358-05, al igual que la ley 166-12, sobre metrología y, particularmente, el denominado código de salud o ley 42-01, tienen herramientas que bien empleadas por los consumidores, pueden permitirle hacer una eficaz campaña de concienciación sobre la necesidad de mantener los controles sanitarios de lugar sobre dichas carnes, sabemos que, por ejemplo, la denominada DMD, o carne deshuesada, nos viene del extranjero, lo cual implica un riesgo latente. Toda vez que no disponemos de los medios indispensables para saber si cumple los requisitos de rigor. Pero como vivimos en un mundo globalizado, la situación no puede ser diferente si nos asesoramos debidamente con nuestra cancillería, nuestros consulados e incluso, con Consumers International, sobre los lugares en los cuales el problema del uso de antibióticos en animales de carne para consumo humano es más inadecuado.
Recuérdese además, que el DR-CAFTA, es un tratado internacional con previsiones fitosanitarias firmado por nuestro Estado y que aglutina a Centroamérica y Estados Unidos. De modo que en dicho tratado existen los protocolos de lugar para que podamos asumir con responsabilidad y éxito el reto que nos plantea la Consumers Internacional.
Claro la Dirección General de Aduanas (ADA), tiene una gran responsabilidad en el asunto pues siendo como es el órgano estatal encargado de determinar cuáles bienes entran y dejan de entrar a nuestro país, le corresponde velar por dichas iniciativas. Si además recordamos que el presente gobierno dotó a este órgano de un moderno laboratorio, estaríamos afirmando que sería suficiente con que la ADA asuma las competencias de que está investida no solo con espíritu fiscalista sino con espíritu de salubridad pública. Si desea estar acompañada cuenta con el Indocal, con Pro Consumidor y con los Ministerios de Medio ambiente y con Salud Pública. DLH-18-01-2016