Los resultados publicados por varias firmas encuestadoras, necesariamente, no revelan el comportamiento definitivo de los electores, porque las circunstancias varían durante los meses que faltan. Las circunstancias pueden evolucionar a favor o en contra de determinados candidatos. Pero algo más todavía: ¿Quién sabe, con exactitud, el rol que jugará el doctor Leonel Fernández, presidente del PLD, en los venideros comicios?
Muchos ingenuamente piensan que Fernández es un peledeísta disciplinado —¿disciplinado a qué?— y que se sumaría a la campaña en pro de la reelección presidencial de Danilo Medina. Pero es que no se trata de ser o no ser disciplinado, se trata de su futuro político. No se puede obviar, en el marco de un análisis desapasionado, que fue precisamente el actual presidente de la República, valiéndose de todo el poder que involucra el Estado, que despojó a Leonel del liderazgo del PLD.
Y le quitó, de igual forma, la candidatura presidencial, que lucía inminente, pese a las múltiples imputaciones de que era objeto por diversos sectores de la opinión pública nacional. Leonel Fernández hoy está fuera del poder político, no es candidato y también es ignorado por muchos de sus compañeros del Comité Político, que evitan caer en desgracia con el jefe de Estado.
Pero Leonel Fernández no está muerto políticamente. Tiene poder político, económico y militar. Basta para que active su incidencia política y económica para ser determinante en la contienda electoral del 15 de mayo próximo. El verdadero rival de Danilo es Leonel, no es Luis.
El doctor Fernández es un híbrido entre intelectual y marrullero. Lo de intelectual nadie pone en duda. Lo de marrullero, pese a la calma que suele exhibir, lo ha demostrado en los últimos procesos celebrados. Para ganar, al igual que Balaguer en sus tiempos, no tiene parámetros éticos de ninguna clase.
No me sorprendí cuando en la primera vuelta electoral de 1996 Jacinto Peynado, candidato del oficialista en ese entonces, apenas alcanzó un 15%. Balaguer ni votó por él. ¡Bueno, pues que nadie se sorprenda si Leonel Fernández no participa en estas elecciones y la FNP obtiene de un siete a un diez por ciento y obliga a una segunda ronda.