Washington, 28 ene (PL) El magnate inmobiliario y puntero en las encuestas partidistas, Donald Trump, será el gran ausente en el debate que esta noche sostendrán los precandidatos republicanos a la nominación para las elecciones presidenciales de noviembre de 2016.
Sin duda la negativa del controversial político a participar en el tope organizado por Fox News, en Des Moines, Iowa, restará audiencia al mismo, aunque permitirá a otros como el senador Ted Cruz ganar un mayor protagonismo.
Pese a la controversia que acompaña a su campaña desde junio, el multimillonario neoyorquino mantiene una ventaja de siete puntos sobre su más cercano rival, según una pesquisa divulgada hoy por NBC News/Wall Street Journal/Marist, que le da un apoyo del 32 por ciento de los probables asistentes a los caucus que comienzan el 1 de febrero.
El senador Cruz (R-Texas) está en segundo lugar con 25 por ciento, seguido por el senador Marco Rubio (R-Florida) con un 18 por ciento para cerrar la lista de los aspirantes que tienen el respaldo de dos dígitos.
Trump, quien perdía por cuatro puntos con Cruz en Iowa, apenas hace tres semanas, también consolidó su posición en New Hampshire con una ventaja de 19 puntos sobre Cruz (31 a 12) y de 16 puntos sobre el senador de Texas en Carolina del Sur (36 a 20).
Hasta ahora son pocos los que se atreven a predecir el impacto que tendrá en su campaña la retirada del inversionista del debate de hoy, lo cual sustituirá en su agenda con un evento para recaudar fondos para los veteranos de guerra en la Universidad de Drake en Des Moines, dinero que miembros de ese sector rechazan.
Lo que está claro hasta ahora es que el ausente evitó convertirse en el blanco predilecto de sus compañeros de campaña, ya que en los seis debates previos golpeó a sus rivales.
Cerca de las elecciones, el encuentro de este jueves inevitablemente servirá para que los que están en la cola del pelotón ataquen a los que están en la cima en las encuestas.
Con esa lógica tanto Cruz como Rubio, se convertirán en blanco de sus rivales aunque Trump tendrá su cuota de críticas pero, tal vez, en menor cuantía.
Por otra parte, es de esperarse que cada republicano se proyectará como la mejor opción para enfrentar en noviembre a la favorita entre los demócratas, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, quien declaró esta semana que ser blanco de sus rivales es "perversamente halagador".
Otros análisis sobre la decisión de puntero republicano plantean que puede ser "un golpe de genio o un desatino impulsivo" pero, según el diario The Hill, puede tener un motivo más estratégico, lo que se traduce en que el puntero sabe que tiene más que ganar con su no participación que lo que perdería.
Otro candidato, Rubio, apartado de los titulares por el enfrentamiento Trump-Cruz desde el tope a principios de este mes en Carolina del Sur, puede tratar de aprovechar el escenario para proyectarse como el candidato del establecimiento partidista.
El senador junto al exgobernador de Florida Jeb Bush puede buscar subir en las encuestas pese a su conocido enfrentamiento y tratar de apuntalar las ideas que lo proyectan como el preferido del establecimiento (establishment) en una carrera de tres hombres junto a Cruz y Trump.
En el debate de este jueves deben verse las caras Cruz, Rubio, Bush, el gobernador de New Jersey, Chris Christie, y el gobernador de Ohio, John Kasich, quienes están esperanzados en que su actuación de hoy de un impulso a sus carreras en un escenario más liberal como New Hampshire, donde Trump aventaja a su más cercano rival, Cruz, 33 a 12,5, según el promedio de RealClearsPolitics.