El consultor en seguridad pública Daniel Pou asegura que la violencia social en el país es ya tan sistémica, por la falta de control de las autoridades, que está provocando más homicidios que el delito.
Puso de ejemplos el tiroteo al vehículo de una señora y su hijo que ventilarían en un tribunal un caso de divorcio, acción que por su dirección remite a sospechar la implicación criminal de alguien con interés en ese caso específico.
Otro caso el de un ingeniero que al ser involucrado en el accidente de un hijo de un fiscal en Azua se le impusieron tres meses de coerción estableciéndose luego que no era la persona y el juez reconoció que no tuvo cuanto se requería para determinarlo.
Pou agregó a seguidas que estos y otros casos confirman las estadísticas del Observatorio Nacional Ciudadano que los problemas sociales están ocasionando más homicidios que el delito, dijo a los periodistas Manuel Jiménez y Felipe Ciprián, entrevistado en Propuesta de la Noche por Digital 15.
“Entonces el principal problema a afrontar por las autoridades es la perversión total de todo en el país”, dijo, entre cuyas expresiones citó de ejemplo la falta de control sobre los vehículos de motor en circulación y en particular las motocicletas, el 90% sin placas.
Identificó la permisividad y la negligencia del estado como factores de esa situación que antepone el control a la captación de recursos impositivos de importadores de partes de motocicletas ensambladas aquí para la venta sin número de chasis ni registros, por ser desechos y por tanto carentes de matriculas que entregar a los compradores para resolver la transportación familiar o prestar servicios de motoconcho.
“Entonces, como se ve, son múltiples las causas de la inseguridad, de la violencia, de la impunidad. Es esa pérdida de control sistémica, de todo, la que está convirtiendo al país en uno de los más violentos de la región”, dijo.
Pou explicó que todo eso está relacionado con un sistema de justicia frágil, que da pocas señales de que serán asumidas las vías de consecuencia, un sistema de justicia envuelto en una amalgama de situaciones que incluyen el nuevo Código Penal y el Procesal Penal que, por lo visto, queda grande al sistema de justicia, incluida la investigación criminal que debe dirigir el Ministerio Público y realizar la Policía.
El experto alertó que la falta de control de la autoridad se extiende incluso al contrabando de armas ejecutado por un general, director de un departamento de material bélico de las Fuerzas Armadas y coroneles y tenientes coroneles que las legitimaban como destinadas a la institución castrense.
“Y si eso sucedía era porque no había control, hasta que el gobierno de los Estados Unidos dio el alerta por las frecuentes compras de pistolas caras de alto poder de fuego de manera esporádica consignadas como material de uso de las fuerzas armadas”, comentó.
“Todo esto lleva a una perversión del control, ya sea en la discusión de una ley orgánica en el Congreso, por ejemplo en comisiones donde he participado como consultor de organismos internacionales. Todo transcurre feliz, hasta que se llega al establecimiento de controles”, confesó.
El especialista en seguridad ciudadana reafirmó que lo que en el país falta para contener la violencia y sus consecuencias es el control, el contrapeso, donde el propio Congreso tiene también por función el control de otros poderes del estado y no lo ejerce.