De fuente de cierto crédito me confirman que el presidente Danilo Medina, candidato a la reelección presidencial, llevaría nuevamente a Margarita Cedeño de Fernández como compañera de boleta en la contienda electoral del próximo 15 de mayo, en un intento de cohesionar por completo al fragmentado Partido de la Liberación Dominicano.
Al recibir la información pensé en el caso de Luis Donaldo Colosio, candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (el famoso PRI de México) en los comicios del 1994, asesinado el 23 de marzo de ese año, en plena campaña electoral, por un sicario pagado por un sector de su mismo partido, cuya crisis interna era igual o mayor a la del PLD.
La carrera de Colosio había sido meteórica. Al momento de su muerte apenas tenía 44 años de edad, pero ya había sido presidente del PRI, ministro, senador y diputado. Y su ascenso a la presidencia del país azteca lucía inminente si no hubiera sido asesinado. El PRI era muy poderoso en México, gobernó unas ocho décadas consecutivas, mientras la oposición era débil.
La experiencia indica que cuando los partidos políticos se desgastan en el poder, sin una oposición poderosa, las crisis se producen internamente. Es el fenómeno del PLD, donde para sacar de circulación a Leonel, como candidato presidencial, hubo que traer a Quirino al país para formular imputaciones que dieron el tiro mortal a la ya menguada reputación del presidente de la organización. Y de inmediato se activó el proyecto reeleccionista.
Cuando las luchas por el poder llegan a extremos de esa índole no se descarta nada. Son crisis que hacen metástasis en los cuerpos de partidos políticos, como ocurrió en el PRI de México, donde la ambición motivó que se valore más los cargos públicos que la propia vida humana. Es así como se planifica y se ejecuta el asesinato de Luis Donaldo Colosio, en un hecho que conmovió al mundo.
Por razones de seguridad Danilo Medina no debería escoger a Margarita Cedeño de Fernández como compañera de fórmula, porque el peligro es evidente. Pero el peligro no es sólo para Medina, es también para Margarita. Que no se pretenda ocultar de esa forma la división del PLD. Su unidad es pura pantalla.